Yo soy el Ejército, yo soy la Patria, yo soy la Revolución

Guantánamo (Redacción Solvisión) Mañana comienza el Ejercicio Estratégico Bastión-2016, cuyo objetivo general es continuar elevando el nivel de preparación y co­hesión de los órganos de dirección y de mando, en todas las instancias, las tropas, la economía y el pueblo para enfrentar diferentes acciones del enemigo.

Será entre el 16 y el 18 próximos y luego acontecerán los Días Nacionales de la defensa, 19 y 20, con ma­niobras y ejercicios tácticos de diferentes ti­pos y la participación de unidades de las FAR, del Minint y otros componentes del sistema defensivo territorial.

¿Hay una guerra? Me preguntaba mi hija, de 16 años, y su abuela, de 79, inquiría ¿estamos bajo una amenaza real? Ni una cosa ni la otra, les dije. Traté de explicarles asiéndome a tres postulados y les adelanté que ninguno era nuevo.

Primero de Martí y su concepción de disciplina militar les leí: «La hora de acción, no es hora de aprender. Es preciso haber aprendido antes». Y: «La mejor disciplina es el empleo incesante contra el enemigo». En 1975, durante el Primer Congreso del Partido, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz conectaba con el Apóstol: «Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error».

En diciembre del 2004, al homenajear al Lugarteniente General Antonio Maceo y su ayudante el Capitán Panchito Gómez Toro, en el aniversario 108 de su caída y el 15 de la Operación Tributo, al referirse al Bastión de aquel año, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, continuaba la misma línea de pensamiento: «Para nosotros evitar la guerra equivale a ganarla, pero para ganarla evitándola tenemos que prepararnos adecuadamente…, de­rramar ríos de sudor que es preferible a ríos de sangre».

Ese principio es, además, una contribución a mantener a América Latina y el Caribe, como Zona de Paz, proclamada así en la Segunda Cumbre de la Celac, celebrada en La Habana.

Es decir, no hay guerra, sino preparación y participación, porque Bastión es la manera más nítida de expresar la concepción de la Guerra de Todo el Pueblo, anunciada por Fi­del el 1ro. de mayo de 1980. No hay arma más poderosa que la fuerza que brinda la unidad de un pueblo, que recoge en su Cons­titución, en el artículo 65 que «La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano».

A la abuelita le recordé que la decisión de realizar el ejercicio es mucho antes de la larga noche del 8 de noviembre, de la cual emergió presidente de Estados Unidos Donald Trump. El 16 de abril pasado, Raúl en su in­forme al 7mo. Congreso del Partido, expresó: «Como hacemos cada cuatro años desde 1980, planificamos desarrollar en noviembre el Ejercicio Estratégico Bastión-2016 con el objetivo de actualizar y ejercitar a los dirigentes, jefes y órganos de dirección y de mando en la conducción de las acciones previstas en los planes defensivos del país. Esta actividad, como es tradicional, concluirá con la celebración, un fin de semana, de dos días nacionales de la Defensa con masiva participación popular».

Otros, no todos con la misma intención, se han preguntado por qué realizar el ejercicio tras los severos daños sufridos en el extremo oriental del país tras el paso del huracán Matthew y que si no sería mejor destinar esos recursos a restañar las afectaciones. El propio día que se anunció Bastión-2016, el miércoles de la semana anterior, una nota informativa daba cuenta de la decisión del Presidente del Consejo de Defensa Nacional, General de Ejército Raúl Castro Ruz, de excluir a Guan­tánamo de su participación, justamente para que las estructuras de dirección y de mando de ese territorio se concentren en las tareas de la recuperación.

Habría que rememorar también que la ex­periencia acumulada en la realización de estos ejercicios fue un factor determinante a considerar en la adopción de medidas para enfrentar lo que denominamos periodo es­pecial en tiempo de paz. También ha aportado a la destreza con la que se activan los Consejos de Defensa Provinciales y Mu­ni­cipales ante los fenómenos meteorológicos, como ocurrió ante el reciente impacto de Matthew. En las principales zonas afectadas se desplegaron los órganos de dirección de la economía, con sus jefes al frente en una «plena disposición combativa».

Este no es un país de locos ni de improvisados como lo quieren pintar. Claro que no estamos exentos de errores y negligencias, a los que hay que seguir combatiendo, pero si hoy los guantanameros reciben materiales para la recuperación, es porque han sabido crear sus reservas. De igual manera los medios y recursos para Bastión-2016 no se le quitan a nada ni a nadie, han sido debidamente planificados en el plan de preparación de la nación para la defensa.

Cohesión y unidad son también las máximas de la fuerza indestructible de la Re­volución y Bastión las pone de cara en la preparación de todo el país, en plena concordancia con lo expresado por Fidel en el IV Con­greso del Partido, en Santiago de Cuba, el 10 de octubre de 1991:

«El imperialismo tratará de dividirnos para buscar cualquier pretexto con qué justificar sus acciones intervencionistas en nuestro país, y esa estrecha y sólida unidad les impedirá a ellos siempre el pretexto para eso. Pero en cualquier circunstancia estaremos siempre preparados para la guerra de todo el pueblo y para defender hasta el último rincón de nuestro país mientras haya un revolucionario y haya un arma con qué defenderla… cada hombre, cada revolucionario debe decir: Yo soy el ejército, yo soy la patria, yo soy la Revolución».

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