Yo estuve en Santiago con Fidel…

Guantánamo.- Mientras vivan, los 500  guantanameros  seleccionados  para representar  a sus colectivos laborales, estudiantiles, cooperativas u organizaciones, repetirán a la  familia y al círculo de amigos:  Yo fui a Santiago el 3 de diciembre de 2016  a la histórica concentración para la despedida   póstuma  y pública al invicto Comandante en Jefe  Fidel  Castro.

Intuíamos que el acto político iba a  ser notable, especial, sublime  y doloroso a  la vez, sin  sospechar que las  expectativas serían superadas por  una sucesión de estampas  fuera de  lo común, surgidas como para él.

El sol  de Santiago, ardiente por naturaleza a las tres de la tarde, quedó bajo las nubes y el ambiente  ganó un tono  gris, tolerable  para los  invitados del oriente cubano,  en el avance a pie y al  ritmo  que impuso  la marcha…  nadie detuvo el paso por  ampollas ni  tacones. El reloj del tiempo  sacó de nuevo el astro  rey ya  a las  cinco  y tampoco entonces se requirió  sombrero alguno.

Creí que  por el camino,  desde la plaza Mariana Grajales de Guantánamo   hasta  la Ciudad Héroe, perderían la voz  los jóvenes y espontáneos agitadores  al encabezar lemas,  consignas, versos de Mi Bandera, del poeta matancero Bonifacio Byrne:Si deshecha en menudos pedazos, llega a ser mi bandera algún día, nuestros muertos alzando los brazos,  la sabrán defender todavía…frases de  Julio Antonio Mella:Si avanzo, sígueme, si me detengo, empújame, si retrocedo, mátame. Su potente garganta fue la misma en la plaza  hasta el final :Ahora más que antes, que viva el Comandante (bis)…Fidel, gigante, eterno Comandante…Lo digo, lo digo, Fidel no se ha ido…Se oye, se siente, Fidel está presente. Yo soy Fidel (bis)…

Gente de la  nueva generación de santiagueros, sentados en el pavimento al  final  de la plaza, con la gracia que sólo poseen los de su edad, esperaron  la hora del acto, convencidos  de la grandeza del momento…decenas de periodistas de los medios de prensa cubana y de agencias internacionales  registraron  el instante irrepetible  y  las delegaciones de Puerto Rico y República Dominicana identificadas con su bandera entraron a la explanada  para cumplir  con el amigo fiel.

El   periodista  uruguayo Walter Martínez, radicado en Venezuela y  conductor del espacio informativo Dossier,  confesó que nunca hubiera faltado  a una cita así. La Embajadora  de Belice en Cuba,  la diplomática de Martinica y otras personalidades extranjeras, coincidieron en que  viajar  a  Santiago constituía  un compromiso moral con un hombre extraordinario. “Gracias, por cuidar a Fidel”, exclamó  a Radio Guantánamo entre sollozos la presidenta de los periodistas argentinos.

En una  prueba de su singular estilo,  aparece  de repente  ante los invitados, Lázaro Expósito Canto, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido en Santiago de Cuba y acepta un mensaje de cariño especialmente para los guantanameros  en la concentración.

Después, las emociones crecieron  cuando el pueblo volvió a ver  a los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela, Daniel Ortega, de Nicaragua y a Evo Morales, de Bolivia, quienes habían concurrido ya  a las  primeras actividades de las exequias  en La Habana. También acompañaron a los cubanos en esta hora de luto  los ex mandatarios de Brasil Dilma Russef y Lula Da Silva.

Y cuando anocheció, en todo el cielo de Santiago hubo sólo  una estrella   ¡una¡ deslumbrante junto  a la luna nueva; el firmamento era un paisaje diferente  al de  las restantes noches del balcón del Caribe.

Los 500 de  Guantánamo nunca olvidarán que  fueron testigos  presenciales de la noche en que Raúl declaró que  sí se pudo, se puede  y se podrá continuar la Revolución, porque Fidel  a lo largo de la vida, demostró  con hechos que todo es posible.

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