Cuba cerró ayer la oncena jornada competitiva con ocho preseas, al sumar, al acumulado previo de dos doradas, un segundo escaño y tres bronces, la plata del luchador de grecorromana Yasmani Lugo en los 98 kilogramos, y la de bronce de la campeona mundial Denia Caballero en el lanzamiento del disco.
Con el subtítulo de Lugo la lucha grecorromana encabezó el medallero de esa especialidad por primera vez en citas de este tipo, en tanto la de la villaclareña es la primera del campo y pista. Pero lo más sobresaliente de la modalidad de combate fue su efectividad; con cinco participantes se fue hasta tres finales y alcanzó dos de oro.
En la fecha, Manrique Larduet no quiso dejar de competir pese a su lesión y salió a las finales de paralelas y barra fijas en la lid de gimnasia, pero no pudo cumplir su sueño medallista. En el primer aparato un error lo mando al quinto y en el segundo, los jueces no le premiaron lo que parecía una ejecución por encima de la nota del ganador del tercer puesto.
También sin podio salió la ciclista Marlies Mejías del bello velódromo del Parque Olímpico, aunque cerró a todo tren en la carrera por puntos, tanto que le dio para adelantar de la posición diez con la cual llegó a esa prueba de cierre para alcanzar el séptimo escaño y diploma olímpico.
Hoy habrá un solo boxeador sobre uno de los cuadriláteros más esquivos para el pugilismo cubano, al cual le quedan solo cuatro exponentes en pie de guerra; mientras los decatlonistas Leonel Suárez y Yordani García abordarán los primeros cinco eventos, y Roberto Skyers va a semifinales de los 200 metros, en un día de escasas posibilidades de hacer crecer el medallero.