Y se hizo la luz

Vivienda en serrnía de Guantánamo electrificada por panel fotovoltaicoGuantánamo.- Ofelia y Felipe se sientan plácidamente todas las noches en la sala de su casita rodeada de palmas y montañas, ubicada en la comunidad de Soledad Mandinga, en el municipio de Baracoa, a mirar el noticiero y luego la novela. La escena no tendría nada de particular de no ser porque esa es una comunidad de difícil acceso que fue electrificada con paneles fotovoltaicos.

Antes del triunfo de la Revolución, Guantánamo era la provincia con menor porcentaje de viviendas electrificadas, sin embargo este oriental territorio recibió el nuevo año con la electrificación total, luego de la instalación de paneles solares  fotovoltaicos en cuatro mil 187 viviendas, inaccesibles al Sistema Energético Nacional (SEN) y a otras fuentes renovables de energía.

En 2017 quedaron electrificadas en esta oriental provincia todas las zonas de silencio, y se eliminaron 27 de bajo voltaje de las 39 existentes.

Como Ofelia y Felipe, pobladores de Palma Mocha y La Tontina en el municipio de Niceto Pérez, de Los Siguatos en San Antonio del Sur, y de Jesús Lores en Imías, entre otros ubicados en zonas intrincadas y a veces inaccesibles, hoy disfrutan de los beneficios de la energía fotovoltaica.

Paneles de ese tipo construidos en Cuba con la asesoría y materiales chinos ganan espacio a través de 56 parques emplazados en todas las provincias. Por esa vía se aportará considerablemente al propósito de cubrir con fuentes renovables al menos 24 por ciento de las necesidades energéticas del país en 2030.

Al triunfar la Revolución, Cuba contaba con apenas 56 por ciento del territorio electrificado, desigualmente distribuido por el predominio en las grandes ciudades. Alrededor de tres millones de residentes en áreas rurales y suburbanas carecían del servicio que hoy presenta una generación de cinco mil 881 megawatt, muy superior al existente entonces.

Para el presente año se prevé un crecimiento de la generación de energía y el consumo de 3,2 por ciento con respecto al estimado de 2018, fundamentalmente en el sector residencial.

En los más recónditos parajes de la Mayor de las Antillas, sus habitantes disfrutan de los beneficios de la electrificación, como parte de la voluntad del estado cubano de incrementar la calidad de vida de las personas que viven en esas zonas.

Esta realidad palpable. – y otras muchas otras conquistas. – son las que defenderemos el 24 de febrero cuando acudamos a las urnas para dar el Sí a aprobación de nuestra nueva Constitución.

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