Y las Águilas vencieron a los Alazanes

La Aguilas de Zulia derrotaron a los Alazanes de Granma en la Serie del Caribe, 4 de febrero de 2017. Foto: Ricardo López Hevia / Granma / CubadebateCuando el pitcheo falla, la defensa hace aguas en momentos claves y el bateo no responde con corredores en base no se tiene derecho a ganar y así sucedió en la tercera presentación de los Alazanes de Granma en la Serie del Caribe de Béisbol, cuando cayeron 8-3 ante las Águilas de Zulia, de Venezuela.

El refuerzo villaclareño Freddy Asiel Álvarez solo pudo sacar un out en el capítulo inaugural, en el cual le dieron con libertad y fortaleza hasta fabricarle tres anotaciones con cinco imparables y un error en tiro del torpedero Alexander Ayala. En su auxilio vino Noelvis Entenza, quien contuvo la sed de victoria de los venezolanos hasta el quinto episodio.

Una rápida reacción, que a la postre fue la única efectiva del elenco cubano en todo el encuentro, llegaría en la parte alta del segundo episodio cuando Carlos Benítez se vistió de jonronero con dos hombres en circulación, para validarse como el bateador más oportuno de los granmenses y líder en remolcadas del evento con cinco.

Cuando parecía que el duelo entre Entenza y el abridor Wilfredo Boscan se haría lo más interesante del desafío, sobrevino el naufragio de nuestro staff de serpentineros, quienes no pudieron frenar la ofensiva de las Águilas en el quinto inning, cuando se soltaron a batear y facturaron racimo de cuatro carreras, a la postre decisivas.

En el bien llamado capítulo de la suerte, el séptimo, quedó sellada la última oportunidad del empate para la tropa dirigida por Carlos Martí. Par de ponches a la hora buena tomados por Yunior Paumier y Ayala enterraron las últimas aspiraciones de que se podía ganar a una escuadra venezolana.

Por cierto, desde el retorno en el 2014 las escuadras morochas tienen balance favorable sobre las cubanas; cuatro éxito y un solo revés, este último ocurrido en las semifinales del 2015, en Puerto Rico, cuando se titularon los Vegueros de Pinar del Río.

Para buscar la tercera victoria y con ello aspirar incluso a ser los primeros en la ronda clasificatoria, el timonel de los Alazanes ratificó en la conferencia de prensa posterior a la derrota, que Vladimir Baños será quien lance las pertinentes.

Moralejas del partido:

– Si un lanzador ha tenido ocasiones para convencer a directivos, especialistas de béisbol y pueblo en general de su calidad técnica en eventos internacionales ese ha sido el derecho Freddy Asiel Álvarez. Sin embargo, otra vez falló en una apertura que tensionó al equipo desde los primeros minutos y sigue sin ganar el juego bueno, el que no se puede fallar.

– Los cambios en la alineación son válidos para probar peloteros con vistas al Clásico Mundial, pero el receptor titular, Frank Camilo Morejón, no debe descansar por ser la garantía de muchos lanzadores. No se perdió por eso, pero son los detalles que influyen y cuestan carreras y campeonatos.

– Carlos Benítez está demostrando que está listo para empeños mayores, dígase Clásico Mundial, a partir de la forma deportiva que se encuentra, en tanto aquí en Culiacán se impone subirlo del séptimo turno en la alineación para aprovechar sus tranquilos nervios y sus remolques.

– La fabricación de una carrera con par de indiscutibles y un robo de bases es lo más cercano al ideal que aspira cualquier mentor (así la construyó Venezuela en el séptimo). Sin embargo, para Cuba, esa teoría tan sincera falla una y otra vez por factores diferentes, entre ellos por falta de concentración y el desespero de no pocos atletas por batear.

– El pitcheo cubano, detrás de los cuatro abridores anunciados por Martí y los tres cerradores de excelencia: Moinello, Lahera y José Angel, baja mucho de nivel y tiene reales falencias, lo cual se traduce en carreras y derrotas. Cualquier semejanza no es pura coincidencia.

– Salir con todo frente a las Águilas de Mexicalli este domingo pudiera dejarnos primero en la tabla de posiciones y evitaríamos chocar contra los anfitriones de casa, aunque lo más importante es apreciar la respuesta psicológica del conjunto tras un derrota y después de una cadena consecutiva de ocho triunfos: dos en semifinales, cuatro en la final y dos aquí en México.

– Cuando se pierde un juego, todas las luces se apagan y a veces ni queremos asistir a las conferencias de prensa. De ahí el valor de Carlos Martí para llegar puntual ante los periodistas, solo que debió estar acompañado al menos de Benítez. ¿Experiencia aprendida?

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