Desde su irrupción en el escenario internacional, el sudafricano Wayde van Niekerk ha sorprendido al mundo con su endemoniado paso sobre las pistas.
Tras titularse campeón del orbe en los 400 metros planos en la cita planetaria de Beijing 2015, van Niekerk dejó «boquieabierto» a todo el planeta un año después durante la justa bajo los cinco aros de Río de Janeiro, al estampar un espectacular récord del orbe en la vuelta al óvalo fijado en 43.03 segundos, pulverizando el anterior primado universal en poder del mítico corredor estadounidense Michael Johnson (43.18), proeza que hasta ese momento se antojaba inalcanzable.
En la definición del hombre más veloz del planeta en un cuarto de milla, correspondiente al presente Campeonato Mundial, el sudafricano prácticamente flotó sobre la pista londinense haciendo parecer fácil una de las distancias más agónicas y complejas del atletismo, donde se combinan en perfecta sincronía resistencia y velocidad. Prácticamente trotando sobre la meta Van Niekerk, detuvo los relojes en 43.98 segundos, por delante del bahamés Steven Gardiner (44.41) y el catarí Abdalelah Haroun (44.48). La próxima presentación del sudafricano será este miércoles durante las semifinales de los 200 metros, distancia en la que posee la segunda mejor marca de la temporada 19.84 segundos y en la que se vislumbra como el próximo show man del deporte rey tras la despedida del fenómeno Usain Bolt.
La final de los 400 metros constituyó el plato fuerte en la jornada de martes en la justa del orbe, fecha que tuvo como única representante cubana a la balista Yaniuvis López, quien se agenció un puesto en la final de este miércoles al impulsar su implemento hasta los 17,84 metros, undécima entre las 12 clasificadas. Yaniuvis será la primera antillana en presentarse en una disputa de medallas en esta disciplina tras ocho años de ausencia desde Berlín 2009, cuando Misleidys González culminó octava.
Con respecto a otros resultados destacados, la checa Barbora Špotáková se proclamó doble campeona del orbe en lanzamiento de la jabalina con disparo de 66,76 metros, Kenya mantuvo su hegemonía en su prueba «fetiche», los 3 000 metros con obstáculos con victoria de Conseslus Kipruto 8:14.12 minutos, el francés Pierre-Ambroise Bosse sorprendía en los 800 metros planos (1:44.67), mientras que el bronce olímpico Sam Kendricks; de los Estados Unidos; se imponía en la pértiga al superar el listón sobre 5.95 metros por delante del polaco Piotr Lisek (5.89) y el francés Renaud Lavillenie (5.89), segundo y tercero respectivamente.