Puentes de solidaridad enlazaron en La Habana a los pueblos de América Latina y el Caribe, en lucha por la paz, la emancipación, la integración, la autodeterminación y soberanía, y contra las transnacionales, el libre comercio y toda manifestación de injerencia y dominio imperialistas.
A 11 años de la derrota de aquel engendro “made in U.S.A.” nombrado ALCA, en medio de la encrucijada que vive la región, ante el rebrote del neoliberalismo y la brutal arremetida de la derecha, el grito de ¡Ni un paso atrás! estremeció a Chile, Bolivia, Brasil, Venezuela, Argentina, El Salvador y muchos otros países.
Horas intensas vivieron también este cuatro de noviembre La Habana y Cuba entera, siempre hermana e igual con muy justas causas que defender, las primeras su independencia, integridad y soberanía, que el vecino del Norte se empeña en ignorar y ultrajar, con sus planes subversivos y esa porción de territorio que persiste en usurpar.
¡Cuba es nuestra! coreó una y otra y otra vez la multitud reunida en la Plaza Ignacio Agramonte de la Universidad de La Habana, y que con igual ímpetu se pronunció contra los golpes de Estado que desde 2004 vienen sucediéndose en el continente, el permanente hostigamiento a la Revolución Bolivariana y otros gobiernos progresistas y los intentos de entorpecer y frustrar procesos de paz como el de Colombia.
A globalizar la lucha, llamó una representante del Movimiento Sin Tierra, de Brasil; y Mario, joven argentino recién egresado de la Universidad de La Habana, recordó al líder bolivariano Hugo Chávez y su famosa frase en Mar del Plata: ALCA, ¡al carajo! y pidió extender la solidaridad a pueblos agredidos como el de Siria y ocupados, como el palestino.
La lucha continuará, mientras no cesen las injusticias y agresiones y exista el imperialismo, enfatizó Jennifer Bello, miembro del Consejo de Estado y presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria, una de las organizaciones que integran el Capítulo Cubano de la Articulación de Movimientos Sociales hacia la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), y convocaron a esta cita.
Habló de la Colina Universitaria y la Plaza Ignacio Agramonte como escenarios de importantes batallas en las últimas semanas para denunciar el carácter injerencista de la reciente directiva de política sobre Cuba del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y para celebrar el fulminante nocao al bloqueo genocida, este 26 de octubre en Naciones Unidas.
Y ese avispero se ha extendido y multiplicado por toda Cuba, en un indetenible movimiento de denuncia y reclamo para que cesen la injerencia en nuestros asuntos y los intentos para subvertir el orden, promover cambios y destruir la Revolución, expresó.
Desde el 10 de octubre de 1868 este pueblo decidió vivir en una Cuba libre, independiente, soberana; nadie va a decidir por nosotros como ha de ser nuestro futuro ni a hacernos olvidar nuestra historia, cultura, símbolos, tradiciones, nuestra gloriosa resistencia, la lucha heroica, todo eso de lo que nos enorgullecemos y es nuestro mayor patrimonio, recalcó.
Los jóvenes cubanos no fallaremos, somos tan patriotas y antimperialistas como nuestros padres y abuelos, y podemos jurar que al pasado jamás regresaremos, que vamos por una Cuba cada vez más socialista, más justa, libre, independiente, digna, solidaria y próspera, que es la que queremos, concluyó.
Encabezaron esta movilización popular Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido Comunista y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, y José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales.
Junto a ellos se encontraban el Héroe de la República de Cuba, Fernando González Llort y otros representantes de organizaciones e instituciones como los Comités de Defensa de la Revolución, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Mujeres Cubanas y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
Desde el audiovisual y, también, desde la buena música cubana, interpretada por Tony Ávila y su grupo, se combatió en la Colina, apenas un punto de la geografía cubana que vibró este viernes, como parte de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
