Vergüenza y compromiso

Vergüenza y compromiso: Programa de recuperación cafetalera en Maisí Guantánamo.- La información trascendió en medios locales y nacionales: “El Ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, constató la marcha del programa de desarrollo cafetalero, en el más oriental de los municipios guantanameros, Maisí, donde sus donde sus productores  están inmersos en devolver a ese territorio la condición de mayor productor del grano del país”.

Este resultó tema ampliamente debatido por los delegados participantes en la IV Sesión Ordinaria, del XVII período de mandato de su Asamblea Municipal del Poder Popular, celebrada en abril: la marcha del programa integral de reordenamiento cafetalero.

El análisis se realizó 18 meses después del paso del devastador huracán Matthew por ese territorio y  las casi permanentes afectaciones por lluvias posteriores al evento, pero bien recuerdo que, ante insatisfacciones por la demora en los resultados en algunas formas productivas, una de las intervenciones nos puso a pensar a los presentes: “Pasé trabajo, pero no trabajé”. Los maisienses laboran fuerte para avanzar hacia un fin común.

Recuerdo además las recomendaciones del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la Sesión Constitutiva de la actual Asamblea Nacional las cuales resumo en que cada acción que realicemos, tiene que traducirse en resultados sostenibles. 

El ministro Rodríguez Rollero intercambió con los caficultores quienes exhiben cada vez a todos los visitantes sus experiencias para mejorar los resultados productivos que van desde las alternativas tradicionales hasta otras técnicas novedosas.

Los conocedores del tema hablan de las millonarias cifras de latas de café arábigo, de calidad exportable, que llegaron a producirse en Maisí.

Los añejos cafetales, y conocidas objetividades y subjetividades, hicieron que diezmaran en extremo esos niveles productivos, pero hoy se trata de recuperar la esencia del movimiento obrero agropecuario y el campesinado local, distinguidos tradicionalmente por los aportes de ese renglón en Cuba.

La tarea no es fácil, pero tampoco imposible. Ya está en marcha el plan de acción de la Empresa Agroforestal de Maisí para sembrar este año 800 hectáreas de café, programa que se acomete en los 6 centros de gestión, bases productivas y productores, para lo cual se llenaron más de 4 millones 400 mil bolsas en 123 viveros.

Se aplica tecnología de injerto, más resistente a fenómenos naturales, se montan más viveros, se fomenta la siembra de plantas de sombra… cada finca y vivero se dignifica… Lo más importante es hacer las cosas bien, cuando corresponde y con la calidad que amerita, lo que hará que los resultados sean cada vez más elocuentes.   

En Maisí ese movimiento de productores demanda también arrastrar a todo el pueblo y revitalizar las acciones de las organizaciones de masas, estudiantiles, sociales… en función de la tarea, a mi juicio, priorizada e impostergable.

Personalmente he constatado la vergüenza y el compromiso de este noble pueblo en el empeño de recuperar la condición de mejor productor de café del país,  por lo que no me caben dudas…

Así como recobran su verdor los palmares y pastos, fruto de la renovación natural después de la tormenta, el huracán de pueblo que logra recuperarse de los estragos de la madre natura, hará reverdecer los cafetales de Maisí con la sombra y luz que históricamente los ha caracterizado.

 

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