Del 13 al 18 de septiembre, la magna cita en Isla de Margarita, localidad del insular estado de Nueva Esparta, discutirá la alianza con bloques de integración regional de América Latina y África (Sur-Sur) en el contexto de un mundo multipolar, difunde el sitio web mnoalvenezuela.org.
El lema para 2016 de los no alineados es ‘Unidos por el camino de la paz’ y busca seguir el pilar fundacional de potenciar un nuevo orden económico internacional y también informativo, que visibilice a los excluidos.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, la cumbre del Mnoal resulta un ‘importante foro de concertación política’ y posibilita adoptar acuerdos en temas comunes referidos a seguridad mundial, derechos humanos y soberanía.
Venezuela participó por primera vez en un encuentro de este tipo en el año 1964, pero solo como país observador. No fue hasta 1989 que ingresó como miembro pleno en la IX Cumbre, celebrada en Belgrado.
El Gobierno de Caracas defiende los principios de no alineamiento, pues está convencido de la importancia de revertir las tendencias negativas que afectan la paz, la seguridad y el desarrollo económico y social de los pueblos, señalan la página oficial de la cumbre.
Además, el Mnoal apuesta por una reforma del Consejo de Seguridad en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como tarea pendiente y una de las prioridades trazadas por Venezuela al iniciar en septiembre su periodo al frente del organismo hasta 2019.
Durante la presidencia de Irán, esa nación también insistió en la necesidad de implementar un instrumento legal amplio, negociado multilateralmente, que prohibiera los ataques contra instalaciones dedicadas al uso pacífico de la energía nuclear.
Ahora, el país persa entrega el mando a Venezuela y de esa forma, la patria de Simón Bolívar se convertirá en el tercer territorio latinoamericano en liderar el movimiento, pues anteriormente lo hicieron Cuba y Colombia.
El Mnoal lo conforman 120 estados de África, América Latina y el Caribe, Asia y Europa Oriental, además de movimientos de liberación. Agrupa a más del 60 por ciento de los miembros de la ONU y esto lo convierte en el segundo organismo mayor del mundo, precisamente después de Naciones Unidas.