Guantánamo.- Migdalia Rosabal Rodríguez es maestra jubilada, pero confiesa que ser educadora es una profesión que se lleva para toda la vida. Tal vez por ello a sus 65 años, aún trabaja como dirigente de base de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en Guantánamo.
“Soy fundadora de la organización, era casi una niña cuando surgió, en aquel momento era activista y luego me incorporé al ejecutivo del comité de mi cuadra, desde entonces siempre he estado vinculada a cargos de dirección, los he desempeñado todos!”
Con añoranza recuerda:
“Aquellos primeros años fueron de mucha combatividad, no es que hoy no la haya, pero tenemos que ubicarnos en que eran los primeros años de la joven Revolución donde los enemigos se empeñaban en opacar las conquistas que cada vez eran mayores, pero el pueblo se unió, tal y como nos lo pidió Fidel (Castro) y aquí estamos.”
“Hemos vivido varias etapas y a todas le hemos puesto el entusiasmo que llevan. Recuerdo cuando creamos los CDR infantiles, nuestros niños lo asumían con la misma responsabilidad de nosotros los adultos, se crearon las patrulla clic donde los pequeños iban por las casas de sus vecinos para concientizarlos con el ahorro energético; hasta les sugerían apagar tal o más bombillo… la recogida de materia prima…fueron tiempos maravillosos!”.- expresa.
Hoy Migadalia es coordinadora de su zona, la número 268 ubicada en el Reparto Caribe de la ciudad de Guantánamo.
“Somos 397 cederistas y la cifra seguirá creciendo pues es una zona básicamente de edificios que sigue creciendo, tenemos una total integración a los CDR y una amplia participación en las tareas que convocamos, ya sea una reunión, una jornada de trabajo voluntario para el embellecimiento del entorno, que hoy se intensifica con la limpieza de los alrededores para evitar la proliferación de hierbas o basureros que son fuente de los dañinos vectores.”
Sobre el trabajo de los CDR en su zona explica:
“Nosotros celebramos TODO (recalca la palabra), los vecinos aportan un poco de esto, un poco de lo otro y cuando usted viene a ver, ya tenemos armada la actividad con recursos propios, como por ejemplo ocurrió cuando la despedida y recibimiento de los delegados de la zona al último Congreso de la organización. También podría mencionar que en el barrio tenemos a un artista de la plástica y coordinamos exposiciones, vaya, como como una especie de proyecto sociocultural. Ahora mismo tenemos varios compañeros que dieron su disposición a incorporarse al grupo de donantes voluntarios de sangre, una hermosa tarea de los cederistas.”
Para la guantanamera Migdalia Rosabal, la fusión entre los dirigentes de los Comités de Defensa de la Revolución a todos los niveles: provincia, municipio, zona, cuadra… es esencial para el funcionamiento de la organización.
“Cuando hay unidad y entusiasmo, todo sale.”