Guantánamo.- En la calle Ahogados entre 1 y 2 sur de esta ciudad de Guantánamo, el entrar y salir de personas a una de las viviendas de esa cuadra, es algo a lo que vecinos y transeúntes están acostumbrados. Es la casa de Arquímides Portes Limonta, un nombre indisolublemente ligado a las fiestas más populares de Guantánamo.
Era un joven barbero cuando la magia del carnaval lo atrapó, comenzó como bailarín en la antológica comparsa de Bobito y en 1946 crea el paseo de Heredia. La Polar y la Bacardí figuran entre los patrocinadores de aquellos tiempos en los que su hogar se convertía en un taller de costura, con su esposa al frente de la confección del vestuario.
Catorce hijos, una veintena de nietos y otra gran cifra de biznietos forman parte de la extensa familia de Arquímides. Junto a sobrinos y primos, también han formado parte en distintos momentos del Paseo: bailarines, músicos, faroleros… una especie de rito que rinde culto a toda una tradición.
Premios, reconocimientos, menciones y algún que otro sinsabor forman parte de sus memorias a lo largo de estas siete décadas que cada mes de agosto exhibe el resultado de un arduo trabajo que comienza mucho antes para deleitar a los espectadores en un espectáculo donde tambores, trompetas, guitarras… y el arrollar sincronizado de los bailarines, dan forma a una vistosa estructura.
Cincuenta parejas de niños que desfilan en el carnaval infantil e igual número en el de adultos acompañados de casi una treintena de músicos, conforman el Paseo Arquímides que ya desde el mes de julio comienzan sus ensayos bajo la tutela de una joven instructora de arte.
Cuando en agosto venidero rompa el Carnaval Guantánamo 2016, él y sus muchachos aportarán una dosis de ritmo, colorido y alegría a ese jolgorio que cada año honra a San Joaquín, el santo patrón de la ciudad, y que en esta ocasión bien podría servir para homenajearlo también a él, Arquímides Portes Limonta, que de sus 88 años de vida, lleva 70 consagrado este rico universo.
