Un impulso necesario a la recuperación de viviendas afectadas

Un impulso necesario a la recuperación de viviendas afectadasGuantánamo.- Una satisfacción especial por estos días tiene Salvador Fernández Games, humilde obrero agrícola residente en Jobo Claro, en el municipio de Maisí, el más oriental de Cuba.

La motiva la próxima terminación de la casa que le construyeron trabajadores de la actividad forestal en la Empresa Agropecuaria del territorio para remplazar en la que vivía junto a su padre, destruida por el huracán Matthew, a principios de octubre de 2016.

“Aquella era de madera y estaba en tan mal estado que el ciclón la barrió”, cuenta. La de Salvador fue una de las 3 398 viviendas destrozadas por el meteoro en Maisí. Él y su progenitor desde entonces subsisten en una facilidad temporal.

Situación similar afronta la familia de Isael Lobaina Hernández, campesino vecino de playa Manglito, en Baracoa, en donde el huracán echó abajo a 3 529 casas.

Dada la magnitud de los perjuicios ocasionados por el huracán no solo en Maisí y Baracoa, sino además en Imías, San Antonio del Sur y Yateras, la recuperación del fondo habitacional arrasado se estableció en un plazo de cinco años, en correspondencia con la disponibilidad de recursos materiales y financieros.

Pero la cierta incertidumbre que eso ocasiona entre los damnificados llega a su fin para Salvador e Isael por la disposición de las autoridades del Partido Comunista y el Gobierno de dar un fuerte impulso a ese programa con la aspirada terminación antes del fin del año de más de un millar de las viviendas víctimas de la furia de Matthew.

Según afirma el vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial (CAP), Carlos Martínez Turro, tal intención es posible por el hecho de que la provincia finalizó la Edificios Baracoareparación de los 27 373 techos dañados de forma total o parcial, así como tiene resueltos 5 965 de los 6 552 derrumbes parciales en moradas reportados en los cinco municipios.

También la facilita el incremento de la producción local en pequeños talleres de materiales de construcción como bloques de hormigón y mosaicos que se suman a los recibidos del país, entre ellos tejas de zinc y de asbesto-cemento, acero, cemento, carpintería y otros recursos.

Así Salvador trabaja en la terminación de su casa apisonado el suelo de tierra que será cubierto con un piso de cemento pulido.

“La gente de la forestal la levantaron utilizando horcones hechos con madera de cocoteros, las paredes son de tablas de las palmas que tumbó el ciclón y el techo es de tejas de asbesto-cemento”, explica. “Está mucho más fuerte que la vieja”, apunta.

Con esta modalidad de construcción están en distintas fases 150 casas solo en Baracoa y Maisí, con la participación de 22 entidades estatales, de acuerdo a lo que señala el vicepresidente Martínez Turro.

El caso de Isael figura entre las 315 familias a las que se les está suministrando los recursos que requieren para sustituir las facilidades temporales por células básicas habitacionales, mediante la llamada “paquetización”.

“El mecanismo permite, con la acción conjunta de Comercio Interior, las direcciones de Vivienda y Transporte, que los damnificados reciban en sus sitios de residencia el techo, cemento, bloques, áridos y otros materiales”, señala el funcionario.

Detalló que las células básicas habitacionales tienen 25 m2 y están formadas por un local que sirve como dormitorio común, baño y una pequeña cocina-comedor. Destacó que aunque no son la solución final, si propician mejores condiciones de vida y sirven de génesis para en lo sucesivo lograr la vivienda definitiva con la construcción por medios propios.

Isael explica que ya cuenta con su paquete de recursos y que con ayuda de vecinos de playa Manglito pretende terminar su célula básica habitacional antes de que expire el 2017. Con su apoyo ya hizo las excavaciones para los cimientos.

Construir con todos

De acuerdo con el vicepresidente Carlos Martínez Turro, trabajadores de empresas constructoras y de otros organismos, así como personas damnificadas, laboran en Baracoa y Maisí con el propósito de terminar este año las más de mil viviendas señaladas.

El funcionario señaló que el grueso de las terminaciones será en zonas de difícil acceso, en donde se pretende que un millar de familias celebren el año nuevo con nuevas viviendas.

A los acogidos a esa modalidad constructiva se les entregó un módulo que comprende 18 láminas para techo, 20 bolsas de cemento, un fregadero, puntillas de diversos tipos y cables eléctricos para los que viven en zonas electrificadas.

Los beneficiados son los encargados de contratar mano de obra y gestionan la madera proveniente de las palmas y otros árboles derribados por el meteoro para levantar las paredes y otras necesidades.

“Ahora estamos promoviendo la modalidad de edificar también viviendas de estructura de madera y paredes que combinan bloques de hormigón y tablas de palma”, apunta Martínez Turro.

El vicepresidente del CAP asegura que la empresa Guanco, del Ministerio de la Construcción en Guantánamo, juega un importante papel para saludar el aniversario 59 del triunfo de la Revolución con avances ostensibles en la recuperación de las casas destruidas por Matthew.

En tal sentido Yusif Borot Jiménez, director general de esa entidad, certifica que con motivo de la fecha en Maisí entregarán 41 petrocasas y 36 apartamentos en edificios del tipo Forsa. Con esta última tecnología de fundición in situ mediante encofrados serán terminados otros 48 en Paso de Cuba, Baracoa, según apunta.

Las petrocasas forman parte de un primer grupo de 72 donadas mediante el Corredor Internacional No. 251 Cacique Hatuey, de la Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, programa de colaboración solidaria del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela para resarcir los daños ocasionados por Matthew en Cuba.

En el barrio que se edifica en la localidad de Limones están terminadas 12 petrocasas y una cifra similar lo serán en los próximos días, para las cuales se trabaja en la solución definitiva del abasto de agua y la disposición de los residuales con el propósito de hacerlas habitables.

Respecto a los edificios del tipo Forsa, Borot Jiménez afirma que su conclusión está garantizada y será un aporte apreciable a un impulso necesario en la recuperación de viviendas afectadas.

 

 

 

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