Guantánamo.- Cuando aún no se había apagado la última racha de viento y con el cielo todavía gris por el azote del huracán Ian al occidente cubano el 27 de septiembre último, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) convocó a sus miembros, a las organizaciones estudiantiles, movimientos juveniles y a cuántos lo desearan, a realizar donaciones para ayudar a las personas más afectadas, sobre todo, en Pinar del Río.
Y esa carga solidaria —compuesta por unos 170 bultos de aseo, ropa y juguetes—, llegó este jueves al Comité Provincial de la organización en Vueltabajo, justamente, en una jornada en la que el Presidente cubano visitó por quinta ocasión la provincia más occidental del país para chequear la marcha de las labores de recuperación.
El donativo de la Juventud llegó después de recorrer largas distancias desde el extremo más oriental, y luego de su clasificación de conjunto con las autoridades del territorio, será entregado a quienes más lo necesitan.
Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, destacó que este gesto es demostración de una juventud que cree mucho en la hermandad, en poner manos a la obra frente a la adversidad y de juntar fuerzas para ayudar por el bien colectivo.
Agradezco profundamente a quienes se acercaron a los comités municipales y provinciales de la Juventud para compartir con los hermanos pinareños lo que tienen. Gracias por la solidaridad y el amor, aseguró la dirigente juvenil, quien este jueves también llegó hasta el municipio de San Juan y Martínez para acompañar a los jóvenes —que en condiciones de campaña— trabajan en la recuperación de casas de tabaco.
«Cuando los vieron llegar el martes, algunos pensaron que esos muchachos no iban a poder con el trabajo, otros les dieron el beneficio de la duda, lo cierto es que han sorprendido a todos por la voluntad y la fuerza. Ellos se sienten útiles y ese es su mayor satisfacción. Los convoca la UJC, pero sobre todo su corazón».
Finalmente, Álvarez García reconoció cómo luego del paso de Ian las nuevas generaciones han sumado brazos con la manga al codo, en Pinar del Río y en otros territorios dañados, para contribuir a la recuperación. «Su pregunta insistente ha sido: ¿qué cosa hay que hacer y dónde? Eso nos reconforta y da aliento como organización», aseguró.
Tomado de Juventud Rebelde