Una segunda medalla de plata consecutiva en campeonatos mundiales de atletismo dejaría contento a cualquier atleta, pero el deporte implica querer más todo el tiempo y las estrellas siempre son exigidas al máximo.
Por eso el triplista cubano Pedro Pablo Pichardo no disfrutó a plenitud el subtítulo mantenido hoy en esta ciudad, donde el estadounidense Christian Taylor le superó con el segundo mejor registro de la historia: 18,21 metros.
Todos tenemos un día y hoy era el suyo. Lo hizo muy bien y mejor aún en ese último salto, dijo el también plateado de Moscú 2013 al dialogar con los periodistas poco después de cerrar con 17,73 metros.
El Nido de Pájaros volvió a estar colmado y la competencia fue intensa para todos, pero el norteño se mostró fantástico para agenciarse el triunfo en la despedida, elevando la tensión en medio de la cual el caribeño rubricó su mejor labor de la fecha.
El portugués Nelson Évora fue otro en jornada de gracia pese a tres fouls y conquistó el bronce con 17,52, resultado que es el tope de su año.
No estaba rápido, me estaba quedando en los apoyos, explicó Pichardo, quien agregó que hacía el brinco y en lo adelante se quedaba por abajo, algo fatal para un saltador de triple, según puntualizó.
Hay que salir rápido de los apoyos y correr duro hacia la tabla. Es lo importante, pero hoy no estaba así, añadió con sencillez.
Sobre lo sucedido señaló que no era pisar bien la tabla o no, era terminar los empujes en los saltos, aguantar los péndulos, detalles que no pueden faltar en un momento como este, y faltaron.
En relación con esa situación, indicó que ahora mismo no sabría explicarlo, es algo más bien técnico que analizaré después. Se trabajó muy bien antes, me sentía bien y en estos momentos no encuentro la explicación.
Resultó una motivación, salí a buscarlo a ver si podía alcanzarlo o pasar su marca. No salió porque no estaba bien, argumentó sobre Taylor.
La plata sabe bien, es importante, pero no estoy satisfecho por la marca, aunque sí contento por la medalla, dijo.
No tenía ningún tipo de presión, estaba bien concentrado, lo que pienso que me afectó fue sentir que no estaba bien. Eso sí me preocupó mucho, pero no tenía de dónde sacar, y no significan nada los más de 17 metros, porque por mal que esté siempre voy a saltar por encima de eso, aseguró.
Ahora tengo que continuar trabajando. El día 11 de septiembre vuelvo a saltar en Bruselas, en la final de la Liga del Diamante, y vamos a ver qué pasa allí, Si no, esperar al próximo año.
A continuación la secuencia de los saltos de ambos:
Christian Taylor (USA): 16,85-17,49-17,60-17,68-17,22-18,21
Pedro Pablo Pichardo (CUB): 17,52-17,44-17,60-17,33, 17,52-17,73
