Tradiciones Haitianas afloran en la 27 Fiesta a la Guantanamera

Guantánamo. -El paso de los Vientos, un estrecho de mar que separa a Haití, en su punto más cercano de sólo 80 km, con el extremo más oriental de Cuba. Esta cercanía se ciñe cada vez más por los lazos consanguíneos, historia, expresiones músico danzarías, culinaria, e idioma, entrelazadas durante los siglos de existencias de ambas naciones, razones por la cual, Guantánamo se declara como capital de la cultura y tradiciones haitianas.

En los días de la 27 edición de Fiesta a la Guantanamera, dedicado a Haití como país invitado, en la gala Razones, que tuvo lugar en la plaza Pedro Agustín Perez, Francisco Díaz Díaz, presidente de la asociación de haitianos y descendientes en la provincia, recibió de manos del señor Castro Arboite, representante de la embajada de la Republica de Haití en Cuba, la placa distintiva con la firma de la excelentísima embajadora Reginé Lamur, la cual expresa:

La Embajada de Haití en Cuba otorga esta placa de Reconocimiento a la Comunidad Haitianos y a sus descendientes en Guantánamo por destacada labor de preservación, promoción y difusión de la rica herencia cultural y las arraigadas tradiciones haitianas”.

El diplomático de la hermana nación caribeña, quien visita a la región oriental por primera vez, sostuvo varios intercambios con esta comunidad de descendientes de haitianos en el territorio, quien expresó el interés de la embajada de su país, en apoyar los proyectos de los descendientes para fortalecer su identidad, dentro de sus posibilidades.

Bajo la dirección artística de Lázaro Macpherson Willians, la gala concierto contó con la participación de las compañías Ballet Folclórico Babul y Danza Fragmentada, el grupo profesional Changüi Guantánamo, el trovador Josué Oliva, los declamadores Eldys Cuba y Benito Heredia, estudiantes de la Escuela Profesional de Danza Alfredo Velázquez, la conductora Sandra Garrido, y la solista Virginia Orihuela, conocida en sus redes como Virginia Guantanamera, quien es defensora de los géneros tradicionales cubanos.

Luego de apreciar, en el video bar La Esquina, del complejo cultural Huambo, el audiovisual Kafénoire (Kafé Negro), del realizador haitiano Mario L. Delatour, el señor Arboite expresa:

Yo pienso que es una lectura histórica de lo que los descendientes de haitianos representan aquí, y son tipos de mensajes que deben difundirse en la radio, en la televisión, en las universidades, y colegios porque pienso que van a incrementar la armonía entre la sociedad cubana pura y los descendientes de haitinos.

El programa de actividades, dedicado a Haití en la Fiesta a la Guantanamera, culminó el 17 de diciembre, con el espectáculo Ayiti Bel (Bello Haiti) en el centro cultural La Arboleda con la participación de numerosos descendientes de haitianos, los grupos portadores Assossyé, Los Cossiá, La Palmita, de Santiago de Cuba.

Parte del intercambio se efectuó en la sede la tumba francesa Pompadour Santa Catalina de Ricci, donde participó la homóloga de la Caridad de Oriente, de Santiago de Cuba y el proyecto infantil Identidad, como herederos de esta legendaria expresión músico danzaría, declarada por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Desde siglos remotos el inmigrante haitiano cruzó el estrecho del Mar Caribe, penetró en el territorio guantanamero, no sólo como un avecilla de paso, sino que participó en activamente en toda vivencia circundante, aportó sus elementos culturales e idiosincrasia con sus propias maneras de hacer y pensar, y conformó una nueva imagen en el escenario territorial y nacional del archipiélago cubano.

(Por Liubis Balart Martínez)

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