Guantánamo.- Una vez frustrada la revolución popular que derrocó al dictador Gerardo Machado, en 1934, las luchas campesinas del Realengo 18, sitio donde por primera vez en la década de los años 20, se proclama la consigna de “Tierra o sangre”. En ese escenario, Lino de las Mercedes Álvarez y sus seguidores demostraron la esencia del campesinado guantanamero en sus luchas en defensa de la tierra en Cuba.
Entonces la compañía azucarera Corralillo S. A. trató de abrir una camino para hacer nuevos linderos en el Realengo 18. En aquella oportunidad el corpulento campesino guantanamero Lino de las Mercedes Alvarez, teniente del Ejército Libertador, junto a otros campesinos enviaron un telegrama al presidente Carlos Mendieta, para solicitar justicia por parte del gobierno, en el intento de arrebatarles la tierra.
La situación se hacía tensa entre los latifundistas y los campesinos del Relengo 18, quienes tenían el respaldo de un amplio movimiento de solidaridad nacional encabezado por el Partido Comunista y obreros de centrales azucareros y otros sectores. Incluso, a través de una colecta popular en centros obreros de varios municipios habaneros, fueron adquiridos y enviados a el Realengo 18 varios fusiles Springfield, revólveres y pistolas.
En noviembre de 1934 y ante la decisión de resistir de los realenguistas, se firma del Pacto de la Lima, que acordaba la retirada del ejército y prorrogar por dos años el litigio de los linderos. También entablaba duplicar el precio del café de cuatro a ocho pesos el quintal, la retirada del ejército de la periferia del Realengo 18 y el derecho de los labriegos de mantener las armas con que se defendieron contra los terratenientes, las compañías latifundistas nacionales y extranjeras, el ejército y la Guardia Rural.
Un año después, en junio de 1935, la compañía Corralillo S. A., mantiene entre sus propósitos expulsar a los lugareños de sus tierras y reiniciar los deslindes. Sin embargo, ante esta situación y apoyados por el Partido Comunista, los lugareños se levantaron nuevamente en pie de lucha y convirtieron a aquel movimiento en el más consecuente y revolucionario de los campesinos cubanos.
Con arrojo, Lino de la Mercedes Álvarez, condujo a los campesinos en las luchas contra estas y otras sociedades extranjeras, además de los terratenientes que intentaron expulsarlos de las tierras de Realengo 18. Es importante acotar que estos enfrentamientos no acabaron con derramamiento de sangre porque los soldados apreciaron que serían abatidos por los intrépidos campesinos.
Ejemplo y guía del campesinado cubano, Lino de las Mercedes Álvarez, artífice de “Tierra o Sangre”, consigna de combate que retumbó en toda Cuba y fue respaldada por todo el movimiento obrero cubano, fallece el 3 de octubre de 1953.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales