Sotomayor recibió el Premio As Leyenda

Madrid.- LA GALA de AS se convirtió en una fiesta de altura. Javier Sotomayor y Mutaz Essa Barshim, los dos atletas que más han volado en la historia con sólo el impulso de su tobillo, fueron protagonistas por su conexión especial con la gravedad. 

El Tigre de Limonar recogió el premio AS Leyenda y el Halcón de Qatar, el AS Arabia. Una foto única entre Soto, plusmarquista mundial (2,45), y Mutaz, el aspirante a récord (2,43) y actual oro mundial, con Ruth Beitia, la gran campeona olímpica española, como testigo de lujo. Un listón elevadísimo, por las nubes.

 

Sotomayor, de 52 años, y Barshim, de 28, pertenecen a generaciones diferentes, pero se conocen de las batallas del atletismo, de mítines, campeonatos… y de ser preguntados continuamente sobre si el Halcón batirá o no el tope de 2,45 que el cubano fijó un 27 de julio de 1993 en Salamanca.

«Si alguien tiene opciones de mejorar mi plusmarca, ahora mismo Barshim es el único que puede. Sólo tiene que olvidar la lesión que tuvo y perder el miedo. Así hará un gran salto», dice contundente Sotomayor, que además celebró la sorpresa que ambos se llevaron cuando vieron que eran vecinos de habitación en el hotel, donde se fundieron en un cariñoso abrazo al encontrarse.

Gran parte del mérito de este premio AS Arabia para Barshim es haber superado una gravísima rotura de tobillo, el elemento fundamental e indispensable de un saltador, justo el día en el que colocó el listón en 2,46, un centímetro por encima del tope.

«Le pedí a mi cuerpo el 200 % y estalló». Era julio de 2018 y pasó tiempos durísimos. Además el reloj jugaba en contra, porque en octubre de este 2019 se celebraban los Mundiales de Doha, en casa.

«La recuperación fue muy difícil y dura. Además, había mucha incertidumbre, porque dos semanas antes de los Mundiales no sabía si competiría», explicaba Barshim, que no sólo estuvo en el estadio Khalifa, sino que ganó ante el entusiasmo de 42 mil qataríes en las gradas.

Visitó Madrid por primera vez, con sus padres y su hermano (paseo por el Bernabéu y la Plaza Mayor incluido). Estaba en la capital de España para recibir el premio AS Arabia de manos de Sheikh Khalid Bin Thani Al-Thani, consejero de PRISA y uno de esos qataríes que apoyan a Barshim, el gran deportista del país, nacido en Doha y formado en la Academia Aspire, el vivero del deporte local… 

«Sentí una felicidad inmensa cuando supe que ganaría este trofeo, especialmente cuando viene del AS, un medio de fama mundial. Es una forma de sentirme reconocido. Que esté presente mi gente aquí es importante».

El AS Arabia fue uno de los primeros galardones de la noche y cerró el AS Leyenda, que Javier Sotomayor hereda de Larisa Latynina, la mujer que más medallas ha ganado en los Juegos Olímpicos (18). El cubano toma con honores el relevo de la rusa. Él ganó el oro en Barcelona 1992 y la plata en Sídney 2000, conquistó seis títulos mundiales y dejó el listón a una altura de leyenda. La primera vez en 1988, cuando saltó 2,43 y quitó de la cima al ínclito sueco Sjöberg. En 1989 se fue a 2,44 y en 1993 lo llevó a 2,45. 26 años con esa marca, y 31 como récordman. «No pensé que duraría tanto».

Vicente Jiménez, director de AS, le dio el galardón a Soto: «Estoy muy feliz de recoger este premio, estoy muy vinculado a este país, aquí batí dos veces el récord mundial y fui campeón olímpico. Este diario siempre tuvo buen feeling conmigo. Hace unos años vine a entregar este premio a Ruth Beitia y ahora lo recojo yo. Es un honor», decía Sotomayor, al que le pidieron varios selfies nada más aterrizar en Barajas y que se fotografió con la saltadora cántabra.

Sotomayor recuerda sus tiempos en los que vivió en Guadalajara, en los que fue director de orquesta en la banda Salsa Mayor. Él es un hombre de salsa, del Caribe. Su imagen contrasta con la de Mutaz Barshim, un saltador moderno, con una línea de ropa propia (What’s the gravity? es su lema), con tintes urbanos. Aires de estrella de rock. Su diferencia con Soto también es técnica. Barshim mide 1,92 y pesa 70 kilos. El cubano, 1,95 y 82. «Yo era más potencia y explosividad, Barshim es más fino, técnico y competidor», explica el caribeño.

Hay diferencias, pero a Sotomayor y Barshim les une desde luego su carácter afable y divertido. «La felicidad que transmites a la gente es clave para luego tener buena energía en el estadio. A mí me gusta sentir al público, la presión», dice Barshim. «Sonreír es siempre muy importante, tenga en cuenta que la altura es una de las disciplinas más divertidas del atletismo», apoya por su parte Sotomayor. El mejor árabe y la leyenda cubana. El Halcón y el Tigre. Mucha altura para el cielo de Madrid.

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