A solo horas de que la selección cubana de béisbol celebre el primero de sus duelos preparatorios convocados en suelo asiático el mentor Carlos Martí ratificó que el propósito de los mismos es sumar fogueo y evaluar variantes rumbo al IV Clásico Mundial.
«Siempre aspiraremos a la victoria, pero estos juegos tienen objetivos que no podemos comprometer, más allá de los resultados», sentenció el estratega después del entrenamiento dominical acogido por el estadio universitario de esta urbe taipeyana.
En tal sentido adelantó que Yosvani Torres, Yoani Yera y Raidel Martínez tendrán presencia en el montículo durante el choque de este lunes con la selección élite de casa, que también podría ver a Leandro Martínez y José Ángel García.
«Debemos recordar que el clásico norma la labor de los lanzadores, lo que implica que serán pocos los que pasen de tres innings, y en esa línea tenemos que trazar nuestra rotación», explicó mientras sus alumnos sellaban el trabajo.
Lo hicieron poco después de completar el agotador trayecto desde La Habana, pero hubo entrega tanto en su paso por la jaula de bateo como en las acciones defensivas o en la labor específica diseñada para tiradores y receptores.
«Además de su pertinencia técnica era una sesión necesaria tras un viaje como el realizado, porque los muchachos requerían ejercitarse para ponerse en mejores condiciones de iniciar la adaptación a los cambios de ritmos biológicos», comentó el doctor Francisco Montesinos.
El experto resumió así un paso concebido como parte del enfrentamiento al llamado “jet lag”, desequilibrio entre el “reloj” que marca los periodos de sueño y vigilia en cada persona y el horario establecido al trasladarse largas distancias.
De ahí que ponderara la posibilidad de contar con más de 15 días previos al debut oficial contra el anfitrión Japón (7 de marzo), país donde el elenco antillano también sumará encuentros de exhibición luego de pasar por Corea del Sur.