Señala Angola impacto desigual de Covid-19 en el mundo

Señala Angola impacto desigual de Covid-19 en el mundo

Señala Angola impacto desigual de Covid-19 en el mundo

Países en desarrollo aumentaron su deuda externa, los índices de pobreza y la incertidumbre sobre el futuro a causa de la Covid-19, evaluó Angola en la semana que finaliza.

Durante casi dos años, han sufrido de manera desigual los efectos negativos de la pandemia en los campos de la salud y el desenvolvimiento económico y social, señaló el presidente João Lourenço, al intervenir la víspera en un debate promovido por la Organización de las Naciones Unidas, mediante videoconferencia.

Las naciones más ricas, argumentó, ahora están bien protegidas con cerca del 80 por ciento de su población vacunada e, incluso, ofrecen una tercera o cuarta dosis de refuerzo.

Sin embargo, en muchos de nuestros países la cobertura vacunal contra la Covid-19 “es muy baja e insuficiente para prevenir el colapso de nuestros sistemas de salud y la profundización de la pobreza”, indicó el mandatario.

La vacunación universal es la única forma de evitar la propagación del virus causante de la enfermedad, “la única forma, insistió, de acabar con la pandemia y garantizar la plena recuperación de la economía mundial”.

Mediante la acción concertada de la iniciativa Gavi-Covax, millones de dosis fluyeron hacia las naciones menos favorecidas, pero será necesario que los países ricos, con economías más estables, aumenten sus contribuciones, opinó.

A juicio del dignatario, Covax debería recibir nuevas donaciones por al menos cinco mil millones de dólares en recursos adicionales, para adquirir de manera urgente unos 600 millones de dosis y apoyar la implementación de campañas nacionales de vacunación.

Los suministros de Covax y los proporcionados por otras iniciativas multilaterales, incluido el fondo para la compra de vacunas de la Unión Africana, deben para respaldar las estrategias nacionales y regionales de respuesta a la pandemia en este continente, recomendó.

No obstante, observó, esos mecanismos deben volverse más flexibles y responder mejor a las necesidades de los países, garantizando plazos razonables de validez de las vacunas y un flujo regular del abastecimiento.

De esta manera, resumió, los países de bajos ingresos no se quedarán atrás nuevamente, asegurando así que podamos avanzar juntos hacia un mundo globalmente más saludable y seguro.

Fuente: Prensa Latina

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