El cubano Juan Miguel Echevarría irrumpió en la temporada atlética del 2018 con la corona del salto de longitud bajo techo.
Luego acaparó todos los titulares imaginados con una progresión que incluyó saltos de 8,68 metros –lo mejor del año- y 8,83 no válido por apenas una centésima de segundo de viento a favor (2,1 m/s).
Con todo listo para reinar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla llegó una molesta lesión muscular y se acabó la campaña, no hubo final de Liga del Diamante ni más fuego que avivara la disputa surgida con el sudafricano Luvo Manyonga.
Ahora, casi tres meses después de aquel mal momento las cosas van tomando su nivel. Los entrenamientos se dirigen hacia los retos del 2019: Juegos Panamericanos de Lima y Campeonato Mundial de Doha.
Antes habrá gira de invierno (salas techadas) y periplo veraniego que incluirá paradas del Diamante y algunos otros mítines.
De eso y su actual preparación con jornadas en la arena de las playas del este capitalino, conversó con JITsu entrenador Daniel Osorio.
¿Cuál es la actualidad de Juan Miguel?
Hemos comenzado bien, ya transitamos por la décima semana de entrenamiento, sin interrupciones de ningún tipo, vamos trabajando por objetivos.
Estamos en la etapa general, saliendo ya de la resistencia a la fuerza para entrar a una etapa de endurecimiento muscular y ya empezamos a “tocar” elementos técnicos.
¿Elementos de qué tipo?
Sobre todo el ritmo de la carrera, eso es lo que más hemos estado fortaleciendo. Hay que estar arriba del ritmo porque cualquier detalle te puede llevar a perderlo, depende mucho de cómo te encuentres, de las condiciones físicas, si bajas un poco los niveles de resistencia especial… es suficiente para afectarte… también influye la fuerza explosiva que tributa a la rapidez… por eso tienes que ir llevando todos esos elementos muy de la mano.
¿Por sus características físicas qué es lo que más necesitas trabajar?
Es un atleta explosivo, rápido, fuerte… y por eso trabajo con él arriba en la capacidad para que el ritmo no merme, entonces me preocupo más por la resistencia.
¿Dónde estás haciendo ese trabajo, ya que no hay Estadio Panamericano?
En el Pedro Marrero estoy haciendo los ritmos. Aunque las condiciones no me permiten hacer todo lo de técnica que necesito y eso me ha traído un poquito de atraso.
En la playa estoy haciendo algunas cosas con tres pasos, lo estamos haciendo bien, pero no es lo ideal.
Teniendo en cuenta esas circunstancias ¿qué marcas debe rondar para la Copa Cuba en marzo?
Nos habíamos propuesto estar sobre los 8,50 metros, con más-menos 10 centímetros arriba o abajo… es decir en ese entorno pudiera estar, aunque para no apurarlo pudiera modificar ese propósito por lo que enfrento de algunos atrasos técnicos… aunque son muy leves.
¿Y en el invierno que comienza en febrero de cuánto pudiéramos estar hablando?
En la gira de invierno debe estar entre 8,10-8,20 y con su carrera de impulso de 17 pasos, sin variarla, mientras más la haga mejor sale y por eso no me gusta “picarla”… soy partidario de buscar muchas repeticiones porque eso me permite crear un estereotipo dinámico que me ayuda a perfeccionarla.