Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) realizaron la ceremonia de honores militares funerales a los ocho fallecidos en el accidente aéreo ocurrido en la provincia de Artemisa el 29 de abril último.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, envió una ofrenda floral como tributo a quienes al momento del deceso cumplían una honrosa misión de interés para la Defensa.
Perecieron en el accidente el Teniente Coronel Leonardo Pérez Oliva (ingeniero de vuelo), los Mayores Fidel Hernández Martínez (Jefe de la nave), Rafael Torres Muguercia (navegante) y Arturo Fonseca Pérez (ingeniero de vuelo).
También perdieron la vida los Tenientes Yuliesky Quesada Valera (copiloto) y Miguel Borrero Sánchez (navegante), el Subteniente Rubén Lorenzo Martínez y el Segundo suboficial Yunieski Ramírez Acosta, estos últimos de la especialidad de Protección.
Miembros de las FAR y el Ministerio de Interior (MININT), familiares y amigos acudieron a los funerales de los seis residentes en La Habana, los cuales se realizaron en la funeraria de Calzada y K, en el Vedado, custodiados por guardias de honor.
Leonardo, Fidel, Rafael, Arturo, Yuliesky y Miguel fueron sepultados en el cementerio Colón, en ceremonia presidida por el General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, Ministro de las FAR y otros jefes del MINFAR y el MININT.
En el Panteón de las Fuerzas Armadas se tributó el último adiós a los militares, y el coronel Salustiano Ruiz del Real, Segundo Jefe de la Fuerza Aérea, los describió en la despedida como ejemplos de consagración y entrega a la patria.
Simultáneamente, a los jóvenes Rubén y Yuniesky se les rindieron los honores militares correspondientes en sus respectivas provincias, Santiago de Cuba y Las Tunas.
Cuba lamentó este fatal accidente acontecido en la mañana del sábado 29 de abril último cuando un avión AN-26, perteneciente a las FAR, que había despegado a las 6:38 a.m. del aeropuerto de Playa Baracoa, municipio de Bauta, colisionó contra la Loma de la Pimienta, en el municipio artemiseño de Candelaria.
La muerte sorprendió a estos militares en el momento en que querían aportar más a su país, por ello sus compatriotas los recordarán eternamente.