Científicos españoles descubren nuevos secretos sobre la juventud celular, lo que podría ayudar a combatir el cáncer. Desde 2013 sabemos que los telómeros, las partes más distantes del centro de los cromosomas, juegan un papel fundamental en este proceso.
También sabemos que las telomerasas, unas proteínas asociadas a todo este mecanismo, son también elementos clave.
Un reciente estudio llevado a cabo por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) desvela algunos secretos de esta maquinaria celular que nos ayudan a comprender mejor cómo ocurre. Esta investigación ahonda también en el rol que juegan estas estructuras en los procesos de formación tumoral, lo que podría mostrarnos nuevas armas para luchar contra el cáncer.
El estudio liderado por Maria A. Blasco, del Grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO, pone de manifiesto que cuando una célula es reprogramada, sus telómeros se alargan. Los telómeros son una parte de los cromosomas, las estructuras con forma de “x” que aparecen cuando una célula se está dividiendo.
Los telómeros corresponden a las partes más alejadas del centro de dicha “x”. Desde 2013 sabemos que la elongación (alargamiento) de los telómeros está asociada a un rejuvenecimiento celular. La reprogramación celular es una técnica que consiste en “desdiferenciar” el papel que ejerce en un tejido. Todas las células de nuestro cuerpo tienen las mismas instrucciones escritas en el ADN.
Según diversos factores, dichas instrucciones se expresan de una manera u otra, diferenciando una célula “totipotente”, que puede convertirse en cualquier cosa, en otra de un tejido concreto: músculo, neuronas, piel, órganos… Este proceso no ocurre en ambas direcciones. Sin embargo, en el laboratorio podemos inducirlo para reprogramar las células y que sean capaces de especializarse de nuevo.
Esta es la base de la creación de células para terapia celular. En este mismo proceso, según han descubierto los investigadores, se produce un alargamiento de los telómeros, lo que indica un rejuvenecimiento de estas células reprogramadas. Los telómeros, insistimos, funcionan como una especie de “reloj” celular, reduciendo su tamaño con cada división.
Signo inequívoco de rejuvenecimiento celular
“Hemos comprobado que en un organismo adulto, cuando induces la desdiferenciación de las células, los telómeros se alargan, algo consistente con el rejuvenecimiento celular”, explica Blasco, “Este alargamiento de los telómeros es un signo inequívoco de rejuvenecimiento celular, que se ha cuantificado por primera vez aquí en un organismo vivo”. La telomerasa, como explicábamos, es la proteína encargada de inducir este alargamiento en los cromosomas. “Lo que hemos observado por primera vez es la inducción de la telomerasa in vivo”, explican Blasco y Rosa M. Marión, autoras del trabajo. “Hasta la fecha, no conocemos ningún estudio que describa la inducción de la telomerasa endógena con factores de transcripción definidos”, afirman las autoras.
Los telómeros y el cáncer
Otro de los aspectos fundamentales en el estudio del envejecimiento celular y los telómeros es su relación con el cáncer. Cuando las células adquieren la naturaleza típica de los tumores, en cierto sentido, se desdiferencian, se reprograman. Pierden su función especializada. Solo que en vez de volver a un estado totipotente, “rompen” sus instrucciones, formando masas de tejido sin función ninguna y sin límites vitales. En este proceso, tal y como ocurre con las células reprogramadas, también se observa el alargamiento de los telómeros y un aumento de actividad telomerasa. Ambos conllevan “cambios análogos en los telómeros”, afirman las autoras.