Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos que iniciará sus cuatro años de gobierno el próximo 20 de enero, ha llegado a la Casa Blanca tras romper las reglas establecidas del sistema político estadounidense, mediante un apoyo fundamental del segmento poblacional blanco de trabajadores manufactureros, las bases que no se escuchan, diría en su primera alocución en la que llamó en tono conciliatorio a la unión y prometió ser el Presidente de todos los estadounidenses.
«Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados», agregó luego en su primer tuit como Presidente electo, en referencia a su principal apoyo: el voto rural y obrero blanco, dijo AFP.
Trump, visto por el Comité Republicano Nacional (RNC) como la voz «de aquellos que se han sentido silenciados», obtuvo una victoria sólida en el conteo de los votos electorales, que definitivamente le dio 306 frente a 232 para Hillary Clinton, aunque esta lo aventajó en el voto popular.
Debido a que en Estados Unidos se elige de forma indirecta al Presidente, Clinton se convirtió en la quinta persona aspirante a la primera magistratura que pierde ganando —como le sucedió a Albert Gore frente a George W. Bush—, pues de acuerdo con los informes oficiales la ex candidata demócrata sumó 59 727 805 votos, el 47,67 por ciento, mientras el repulicano tuvo 59 505 613 votos, un 47,49 por ciento. Es decir, la demócrata cuenta con el apoyo de 222 192 estadounidenses más que Trump.
Ahora bien, la votación que obtuvo el republicano es considerada por algunos como un rechazo al status quo existente y un deseo de cambio en la situación política y económica del país, dos aspectos sobre los que martilló constantemente el millonario inmobiliario, devenido en el Presidente 45, quien llegó a decir que impondría una fuerte carga impositiva a las empresas que cerraran sus industrias y centros laborales en EE. UU. para llevarlas a territorios foráneos.
Además de la conquista de la Casa Blanca, los republicanos mantuvieron el control de las dos cámaras del Congreso (Cámara de Representantes y Senado), lo que garantiza a Trump una administración sin mayores tropiezos ni la necesidad de negociar constantemente con el Partido Demócrata, a la inversa de lo que ha caracterizado los años de la administración Obama.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama recibirá este jueves en el Despacho Oval de la Casa Blanca a su sucesor e hizo además un llamado a la unidad nacional en un esfuerzo por garantizar una transición tranquila a la nueva administración encabezada por el republicano Donald Trump, señalaba AFP.
Por su parte, la candidata derrotada, Hillary Clinton, señaló también: «Nuestra democracia constitucional determina la transición pacífica del poder, y no es que apenas respetamos eso, sino que lo protegemos», aseveró al tiempo que expresó su «esperanza de que él será un Presidente exitoso para todos los estadounidenses».
Sin embargo, este miércoles manifestantes contra Trump salieron a las calles en California, y en varias ciudades, entre ellas Nueva York, Chicago, Filadelfia, Portland y Seatle.
El ascenso del republicano a la Presidencia constituyó sorpresa para buena parte de Estados Unidos, incluso para el mundo que siguió de cerca la jornada electoral, por cuanto se trata de la mayor potencia económica, política y militar del mundo y su acontecer repercute a nivel global.
El voto de entre 13,1 y 13,7 millones de latinos —que apoyó en un 79 por ciento a Hillary Clinton—, no fue suficiente para parar esa avalancha en la que el republicano arrebató a los demócratas algunos de sus estados tradicionales o de considerable población latina como Nevada, Nuevo México, Colorado, Pensilvania.
Según EFE, Latino Victory Fund, una de las organizaciones que hicieron campaña por Clinton, declaró este miércoles: «Millones de inmigrantes, musulmanes, mujeres y miembros de la comunidad LGBT están asustados de lo que serán los próximos cuatro años para nuestro país y cómo esto les afectará a ellos y a sus familias».
Sin embargo, agrega esa agencia noticiosa, grupos migratorios aseguraron que no se «darán por vencidos en la lucha por una reforma migratoria», porque no quieren ver la deportación de sus familias.
Pasada la resaca de la espectacular victoria de Trump, las atenciones del país se centran ahora en la necesidad del nuevo presidente de formar su equipo de gobierno para comenzar a trabajar a partir del 20 de enero, cuando será la transmisión de mando, reportaba AFP.
El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gringrich es uno de los nombres que se manejan para el Departamento de Estado, así como el del legislador Bob Corker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. El senador Jeff Sessions, integrante de la Comisión de las Fuerzas Armadas es mencionado como Secretario de Defensa.
Algunos pesos pesados de la política estadounidense que durante la campaña apoyaron incondicionalmente a Trump —como el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie— también deberán aportar su cuota de poder, agregó la agencia noticiosa francesa.
En el área económica, expertos mencionan al banquero Carl Icahn como un nombre a tener en cuenta, y a Steve Mnuchin, ex alto funcionario de Goldman Sachs.
La noticia de Trump como presidente dio la vuelta al mundo, fue primera página en diarios y revistas, se le dedicaron editoriales, abrió noticieros de televisión y fue tendencia en las redes sociales, con muy diversas opiniones.
Analistas políticos canadienses de Dawson Strategic daban la visión de no pocos: «Estamos en shock como mucha gente. Nadie lo imaginaba antes, pero ésta es una nueva realidad y los canadienses debemos aceptarla y enfocar la relación con la nueva administración en asuntos como el flujo comercial seguro en la frontera común».
Jeffrey Phillips, director general de esa entidad recordó que Trump rechaza el Acuerdo Económico Transpacífico (TPP) y quiere reabrir el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), lo que «no es un buen augurio para un país dependiente del comercio como Canadá».
Sin embargo, enfatizó en los fuertes lazos económicos de 1,4 trillones de comercio bilateral e inversiones. Dos mil millones de bienes y servicios atraviesan la frontera diariamente, precisó según Notimex.
De esa forma pragmática se vio el acontecimiento en muchas capitales del planeta y Trump recibió mensajes de salutación desde Moscú hasta Beijing, desde Caracas hasta Buenos Aires.
Los estados que apoyaron a Trump
Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maine (parte), Mississippi, Misuri, Montana, Nebraska, Ohio, Oklahoma, Pensilvania, Tennessee, Texas, Utah, Virginia Occidental, Wisconsin y Wyoming.
Los estados que apoyaron a Hillary
California, Colorado, Connecticut, Delaware, Distrito de Columbia, Hawai, Illinois, Maine (parte), Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Oregon, Rhode Island, Vermont, Virginia y Washington.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales