Guantánamo. – Los 38 venezolanos integrantes de la Brigada Internacional Cívico-Militar de Rescate y Asistencia Humanitaria Simón Bolívar, reiniciaron las obras del puente sobre el Toa tras varios días de paralización debido al paso del huracán Irma por los mares al norte del municipio de Baracoa, en el nororiente de Cuba.
En este momento finalizan la armazón de barras corrugadas de acero para colocar el encofrado del dintel o viga de carga del segundo de los cuatro apoyos del nuevo viaducto que permitirá a la carretera entre la Ciudad Primada y la holguinera Moa vencer el obstáculo que es el río más caudaloso de la Isla.
Según confirmó el capitán Wilker Rivas, comandante en funciones de la misión, el domingo próximo se prevé el vaciado de los 36 m3 de hormigón de alta resistencia que requiere el elemento estructural.
El material lo producirá la planta de hormigón de Baracoa, donada por Venezuela como parte del Corredor Internacional Humanitario No. 251 de la Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, establecido en octubre del pasado año por el presidente Nicolás Maduro para asistir a los cinco municipios de Guantánamo devastados por el huracán Matthew.
La industria pertenece al establecimiento que en la Ciudad Primada de Cuba tiene la Empresa Constructora Guanco, de Guantánamo, y es responsable de entregar a la obra los 3 100 m3 concebidos en el proyecto.
El viaducto está alrededor del 60% de avance físico pues tiene concluidos los apoyos 1,3 y 4, así como el estribo de la margen derecha, la más cercana a la ciudad de Baracoa, mientras se trabaja para concluir el apoyo No. 2 y el estribo de la orilla izquierda.
Hasta ahora se mantiene la fecha de culminación del viaducto en diciembre de este año, para lo cual deben arribar a Cuba los recursos y los medios especializados para prefabricar in situ e izar la estructura metálica que coronará al viaducto.
Mientras Irma amenazó a Guantánamo, los colaboradores venezolanos fueron protegidos en sitios seguros de Baracoa, desde el pasado 6 de septiembre, cuando se decretó la alerta ciclónica para las provincias del oriente cubano, hasta el sábado último, cuando la mejoría de las condiciones meteorológicas les permitió volver a sus alojamientos y campamento base.
Antes de la evacuación y con el respaldo de la empresa Guanco, se hizo la fundición de la columna monolítica del segundo apoyo para evitar que una posible avenida del Toa afectara la estructura interna de barras de acero.
En esos días el huracán provocó torrenciales aguaceros en la cuenca hidrográfica, como los 403 mmm en 24 horas en Yateras, con la consiguiente crecida del afluente, pero los elementos del puente pasaron con todo éxito la prueba, a pesar de que el agua sumergió a los cabezales, fundidos “amarrando” los pilotes hincados en el lecho del río para asegurar la pasarela.
El capitán Rivas señaló que por estos días laboran mientras tengan luz solar, en espera de la reubicación de las luminarias que les permiten trabajar hasta 16 horas diarias.
Apuntó igualmente que para reiniciar la obra, trabajadores de la Empresa Constructora Integral No. 17, de Holguín, cooperaron en el relleno con tierra de la plataforma de trabajo del pilar No. 2, socavada en varias partes por la reciente crecida del Toa.
El nuevo puente se levanta donde estuvo el derribado por la crecida del Toa, en la madrugada del 5 de octubre de 2016, cuando cinco municipios de Guantánamo fueron devastados por el huracán Matthew.
Será unos tres metros más alto que el anterior, mientras la distancia entre sus pilas de apoyo será de 50 metros, el doble de la del anterior. El propósito es impedir las palizadas que forman las crecidas del río, causa del colapso del precedente.
