San Antonio del Sur, Guantánamo.- Quien observó las condiciones en que quedó el cultivo semiprotegido de Macambo, después del paso del huracán Matthew, no pudo imaginar que 26 días después ya estuviese recuperado y sembrado en su totalidad, con más de diez especies hortícolas desarrollándose en sus 130 canteros.
Ubicado en San Antonio del Sur, en pleno semidesierto cubano, este centro sufrió la pérdida de la materia orgánica (al ser arrastrada por las inundaciones), el deterioro de los canteros, la destrucción de varios cientos de metros de guarderas y el derribo de 57 postes.
La afectación principal, sin embargo, la sufrió la producción. Más de 16 000 pesos perdió el colectivo como consecuencia de los renglones devastados por los vientos y las lluvias.
«El semiprotegido estaba en un momento óptimo de producción. Apenas unos días antes había recibido 99,6 puntos al ser evaluado por el Grupo Nacional de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar», reseña Guillermo Gude Gamboa, director de la Granja Urbana San Antonio del Sur.
Fue un golpe duro, del cual supimos reponernos trabajando de sol a sol y muchas veces hasta de noche, agrega Iraelia Rodríguez Romero, jefa de la instalación agrícola.
Reparar el daño requirió mucho esfuerzo, sobre todo en la reposición de la materia orgánica, la cual tuvo que traerse desde el municipio de Guantánamo, a más de 70 kilómetros, al ser destruidos los centros de producción de ese abono que existían en el municipio, explica la consagrada agricultora.
«Estoy muy contenta con mis trabajadores, pues dieron una respuesta rápida y eficaz en la recuperación del área, la cual ostenta la condición de Excelencia Nacional y mejor semiprotegido de la provincia en los últimos dos años», expresa Rodríguez Romero sin ocultar su satisfacción.
Como resultado concreto del esfuerzo, desde el pasado día 6 comenzó a cosecharse lechuga. En diferentes estadíos de su desarrollo están otras como la acelga, cilantro, remolacha, zanahoria, habichuela, pepino y espinaca.