Reflexiones beisboleras

Reflexiones beisbolerasGuantánamo.- Concluyó la 60 edición de la Serie del Caribe de béisbol, y nuevamente, contra todos los pronósticos, el equipo Criollos de Caguas, de Puerto Rico, se alzan con la corona por segunda ocasión consecutiva demostrando cohesión y amor por la camiseta.

Los boricuas dominaron en el pleito final por el título a la selección Águilas Cibaeñas, de República Dominicana, 9×5, para dar la estocada final y coronar otra excelente demostración de buen béisbol en todos los órdenes del juego.

Por su parte la selección cubana, Alazanes de Granma, quedaron definitivamente en el tercer lugar de la justa, un resultado loable pero que deja sinsabores en la afición cubana, pues estamos necesitados de triunfos en eventos internacionales, y esta vez se podía materializar.

Sin embargo, en el juego por el pase a la final ante las Águila dominicanas el equipo cubano no aprovechó las varias oportunidades que se les presentaron en el desafío. Faltaron batazos oportunos para producir carreras, y el pitcheo de relevo no pudo aguantar la ofensiva rival.

En varias ocasiones los cubanos perdieron la posibilidad de aumentar el marcado antes de la quinta entrada, y dejaron a ocho corredores en circulación, mientras que solo pudieron anotar en tres oportunidades.

Un detalle que influyó mucho fue que el cuarto bate de los Alazanes, y reconocido toletero, Alfredo Despaigne, no pudo aportar a la causa, sobre todo en ese decisivo desafío, y en dos ocasiones bateó para doble play.

Otro bateador, del cual se esperaba más, fue Yurisbel Gracial, quien tampoco pudo aportar con el madero dada la calidad que posee. No obstante, en sentido general la ofensiva cubana resultó poco productiva en el juego de vida o muerte y por ahí se escapó la posibilidad de acceder a la final.

En cuanto a la labor de los lanzadores, solo el derecho Lázaro Blanco, pudo realizar una labor destacada, aunque utilizó muchos lanzamientos y fue necesaria la sustitución antes del séptimo episodio.

Pero, una vez más, los relevistas no fueron efectivos, sobre todo Miguel Lahera y Raidel Martínez, este último quizás utilizado con demasiada frecuencia, a pesar del descanso que poseía.

Culmina así la 60 edición de la Serie del Caribe. Los Alazanes pudieron más, pero habrá que continuar aprendiendo de nuestros errores y dificultades para poder ganar algún evento de importancia, en los próximos compromisos internacionales del béisbol cubano.

 

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