Con la convicción de lo importante que resulta la salvaguarda cultural del país, y de cuánto se puede lograr con unidad, más de 500 intelectuales cubanos se dan cita los días 1 y 2 de noviembre, durante el 10mo Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), con sede en La Habana.
Para el presidente del Comité Provincial de la UNEAC en Matanzas, José Manuel Espino, el cónclave deviene espacio para fortalecer las alianzas entre creadores, instituciones culturales, y otros sectores de la sociedad.
«Es una reunión que tiene que ver con respuestas, con participación, con el sentido de transformación que tiene que ver con la misma organización. Es el momento de que la intelectualidad levante sus voces por la ética del arte y de la cultura del país».
«Los matanceros tenemos como expectativas, que se logre un nivel de diálogo comprometido, revolucionario, que responda realmente a los retos con los que convivimos diariamente: llegar a las comunidades, conocer más a las personas cercanas a ellas, abandonar ese mito de que el intelectual es alguien que está refugiado en una torre de cristal, y descubrir que estamos al lado del otro prójimo cercano y latente, haciendo cosas», concluyó el literato de La Atenas de Cuba.
De igual manera opina el líder de la vanguardia artística de Villa Clara, Ricardo Riverón Rojas, quien aboga por la entrega de un arte profesional donde se ponga de manifiesto lo más autóctono de nuestra cubanía y tradiciones culturales.
«En la UNEAC he tenido un lugar para exponer mis ideas, mis puntos de vista, mis proyectos, y además, un respaldo para ejecutarlo. He estado siempre pensando en hacer de la UNEAC el sitio ideal para la promoción del arte y la cultura, y por eso, siempre trataba de hacer proyectos que no repliquen en las instituciones, sino que tengan algo novedoso, siempre».
El narrador, poeta, promotor cultural y crítico de arte villareño, está convencido de que «la Cultura va a lo profundo, a la esencia, a que el ser humano se reconozca en un espacio, en unas tradiciones, en una identidad. La cultura define la zona más estratégica del pensamiento de la Patria. Lo que es la esencia de la Patria se define desde la cultura».
Por su parte el instrumentista, arreglista musical de la más oriental de las provincias, Conrado Monier, visualiza al magno encuentro de la UNEAC, como un escenario para exponer criterios relacionados con la importancia de preservar el patrimonio cultural cubano, e insiste en que los creadores deben aportar a ese propósito.
«La música para mí es un todo: es convivir, es reflejar todo lo que siento, todo lo que pienso, y es gratificante en sentido general. Creo que cada artista es un reflejo de la sociedad en que se desenvuelve y la cultura es permanente. El desarrollo y la investigación de nuestras raíces es vital para que- por ejemplo, en la música- ningún ritmo foráneo sea capaz de suplir nuestras raíces, que son bien sólidas, profundas y ricas», expresó Monier.
«El fundamento de la UNEAC, en una provincia como Guantánamo, es ocuparse de que todas las artes se desarrollen. Aquí hemos conglomerado, imbricado las diversas manifestaciones. Pese a las carencias que tenemos, tengo mucha vinculación con la organización- que adoro- y tengo mucho optimismo en que va a trabajar mucho mejor en formar, en mantener y fomentar valores y que estos sean gratificantes en el futuro, que sean los que decidan, musicalmente y artísticamente, el destino de nuestra Revolución, de nuestra Patria».
Las palabras de Fernando Ortiz de que «la cultura es la Patria» potenciarán las sesiones del 10mo Congreso de la UNEAC, un evento que acontecerá en medio de una situación compleja en Cuba, y que también reafirma la idea de Fidel de que «la cultura es el escudo y la espada de la nación».
© Web Uneac
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