Rápidos en demoler, pero lentos en construir (+ Videos)

Guantánamo. – Justo un mes ha pasado desde aquel ajetreo que sorprendió a muchos:  la demolición en sólo tres días del conocido Mercado de la EJT en la zona del Reparto Caribe en Guantánamo.

Cuando un equipo de esta televisora emplazaba a los responsables de dichas acciones, que sin informar a la población ejecutaron el derrumbe, respondieron a través de este material.

 

En aquel momento se dio fecha de inauguración nada más y nada menos que el 26 de julio del presente año, se presentaron planos, ideas, mejoras y nombre nuevo, pero hasta hace sólo días no se había movido ni una pala en el lugar.

Un cálculo rápido nos permitiría darnos cuenta de que solo queda poco más de un mes para la fecha señalada. Entonces, ¿cree usted que se puedan cumplir con todos los estándares de calidad que requiere una construcción de este tipo, cuando los responsables refirieron que se trata de un proyecto de 3 meses? ¿Disfrutaremos en tiempo del restaurante, carnicería, áreas de cafetería y todo lo prometido? ¿Las instituciones rectoras de la remodelación previeron el tiempo innecesario en el que el pueblo se ha quedado sin espacio para adquirir los productos alimenticios que allí se expendían? ¿Era necesario tener el lugar inutilizado durante todo un mes?

Debe tomarse en consideración, antes de ejecutar un proyecto de esa magnitud, el tiempo real y los recursos con los que se cuentan para su materialización, a fin de no incidir negativamente en la rutina de muchísimas personas.

Necesario además sincronizar mejor los procesos, si se decide demoler es porque ya se tienen los materiales acopiados, la fuerza de trabajo necesaria, las ideas concretas de lo que se quiere para optimizar así los recursos y contribuir al incremento de la calidad de vida de los guantanameros, la meta fundamental de un proyecto como el propuesto.

Solo nos queda esperar a que Las Terrazas, como se llamará cuando concluya su reconstrucción, cumpla su fecha de inauguración con calidad constructiva y sin los maratones de última hora a los cuales estamos acostumbrados y que en no pocas ocasiones trae aparejada una increíble y pronta “remodelación”.

Luego hablaremos de la persistencia de los productos que se venderán, la relación calidad-precio que deberán aplicar y el cumplimiento de la Resolución 54/18, del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), que regula la protección al consumidor en el sector y que ya en ciudad de La Habana está rindiendo frutos.

 

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