El almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de EE.UU., anunció que se encuentra en Colombia, «un aliado vital y confiable en seguridad», para reunirse con la cúpula militar de ese país, en medio de las tensiones con el Gobierno de Venezuela.
El Comando Sur informó mediante un tuit que Faller se reunirá con «líderes militares» en Colombia, país que visitó en junio pasado, «para discutir la cooperación en materia de seguridad«. La información fue ratificada por la Embajada de EE.UU. en Bogotá.
La llegada de Faller coincide con la estadía del presidente colombiano, Iván Duque, en EE.UU., país al que arribó el pasado domingo para tratar una «agenda focalizada en temas ambientales, migratorios y crediticios«, según informó en su cuenta de Twitter. Se prevé que el mandatario colombiano además participe en la Asamblea General de la ONU, que se llevará acabo esta semana.
Antes de este viaje, Duque estuvo en España, de jueves a sábado. Allí se reunió con su homólogo Pedro Sánchez y autoridades de su gabinete; con el rey de ese país, Fernando IV; con los expresidentes Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy; con sectores empresariales y de la banca, y con el opositor y prófugo de la justicia venezolana, Leopoldo López, entre otros.
Colombia, Maduro y la Celac
El mandatario colombiano no participó en la 6.ª Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el pasado sábado en México.
El repudio de Bogotá a Caracas quedó recogido en un comunicado, emitido por la Cancillería colombiana, donde se rechaza la participación del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la cita regional.
Colombia ratificó que desconoce «el poder de facto» de Maduro «como resultado de la elección presidencial del 20 de mayo de 2018, viciada por la ausencia de garantías a la oposición y por el fraude». Esta postura ha sido mantenida por el país suramericano con el apoyo de EE.UU. y un grupo de países de América Latina, a pesar de que los observadores internacionales no encontraron pruebas de irregularidades en esos comicios.
Los mandatarios Mario Abdo Benítez, de Paraguay, y Luis Lacalle Pou, de Uruguay, que sí asistieron al encuentro, también expresaron su cuestionamiento a la legitimidad de Maduro, como ya lo habían demostrado ambos países en el Grupo de Lima, cónclave surgido en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) con la finalidad de proponer medidas y mecanismos regionales para deponer al mandatario venezolano.
Al respecto, el jefe de Estado venezolano le pidió a ambos presidentes que pusieran «la fecha, el lugar y la hora» para «debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución».
Faller de nuevo en Colombia
Hace tres meses, cuando Faller estuvo en territorio colombiano, hubo un cruce de declaraciones entre Caracas y Bogotá, en el contexto de las tensiones entre ambos países y de las acusaciones mutuas de desestabilización a través de la acción de grupos armados ilegales y de organizaciones criminales.
En esa oportunidad, el mandatario colombiano publicó en su cuenta de Twitter que en el encuentro con Faller y con el embajador de EE.UU. en ese país, Philip S. Goldberg, ambos le expresaron «su interés por seguir profundizando cooperación entre las dos naciones».
Duque también escribió que su país era para EE.UU. «uno de los aliados más importantes de la región» para «garantizar la seguridad y la lucha contra el narcotráfico, así como una democracia respetuosa de los derechos humanos».
En respuesta, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela (FANB) emitió un comunicado en el que expresó su preocupación por la llegada de Faller a Colombia, y afirmó que esta no respondía a «razones de cooperación bilateral en materia de seguridad», sino que era una acto de «injerencismo y provocación«.
Cinco días después de esa visita, el helicóptero en el que viajaba el presidente colombiano fue atacado con disparos de fusil, cuando aterrizaba en el aeropuerto de Cúcuta, procedente del municipio de Sardinata, al norte de Santander. Toda la tripulación resultó ilesa y la Casa de Nariño señaló como responsable a un miembro de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que supuestamente estaría en suelo venezolano, sin ofrecer mayores pruebas de esas acusaciones.
Esta nueva visita reaviva una vieja polémica surgida en el país hace un año por la presencia del Comando Sur en Colombia, que ha sido una constante durante el Gobierno de Duque.
Luego del anuncio hecho por el fallecido ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, de que una misión militar de EE.UU. operaría en Colombia para «combatir el narcotráfico», un grupo de senadores expresó su repudio por considerar que esta decisión vulneraba la soberanía y Constitución del país y que podría fortalecer la actuación los grupos armados paramilitares, como ya ha sido señalado en otras oportunidad por el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso.
Tras esos señalamientos, el Tribunal Administrativo del departamento de Cundinamarca aprobó la suspensión de las actividades del Ejército estadounidense en territorio colombiano, a raíz de una tutela presentada por un grupo de congresistas, que manifestaron que la decisión había sido inconsulta e inconstitucional.
Tomado de Russia Today