Que los Indios del Guaso vuelvan a ser guerreros

Guantánamo.– Agustín Lescaille se mete otra vez en un lance difícil. En la próxima Serie Nacional de Béisbol (SNB) comandará a la novena del Guaso, último lugar en la campaña anterior, cuando rindió la peor actuación de un equipo guantanamero en la historia del clásico.  

Tratándose de Lescaille, al menos los aficionados pudieran pensar que el «hombre de goma», como lo llamaban, prepara otra «jugada» increíble, como aquellas con las que tantas veces estremeció al graderío durante las 22 temporadas de la snb y las 17 Selectivas, y que repitió después en cuatro ligas profesionales foráneas. Agustín dice que el equipo va a levantar.

–¿Aspectos como cuáles deben mejorar?

La disciplina. Existen debilidades técnico-tácticas que se mejoran con interés y disciplina en el entrenamiento. Primero hay que lograr eso para perfeccionar lo demás.

–¿Cómo está concebido el trabajo con el equipo?

Mira, en los tres últimos años, entre carreras impulsadas y anotadas ningún bateador del equipo rebasa las 35 carreras por temporada. Tenemos que elevar ese rango. Por eso haremos las prácticas con corredores en bases con el objetivo de ensayar el bateo hacia el ángulo apropiado, para impulsar y anotar.

–El pitcheo tampoco respondió en el campeonato anterior…

Los lanzadores permitieron más de cinco carreras limpias por desafío. Hay problemas con el control y el pensamiento táctico, pero tenemos idea de cómo transformar la dificultad.

–Y los desajustes de la defensa, ¿qué harán para corregirlos?

-Practicar el fildeo de frente y hacia los lados, y ensayar dinámicas defensivas diferentes para distintas situaciones de juego. Todo se logra con mucha práctica. Decidimos concentrar 45 atletas e iniciar una preparación.

–¿Una preselección aún con la serie provincial inconclusa?

Preselección no, «con-cen-tra-ción». Y dejo claro: el concentrado no decide nada para integrar la preselección, los que están en él juegan la provincial con sus equipos cada fin de semana, son hombres de perspectivas, pero el puesto hay que ganárselo, y todos tienen ese derecho.

–¿Se siente cómodo con el cuerpo de dirección?

Estoy optimista. La mayoría de sus integrantes me acompañó en el anterior periodo que trabajé como mánager. El resultado fue bueno: en cinco años, dos sextos lugares y un quinto. Entre nosotros existe unidad, queremos inculcarles ese espíritu a los muchachos.

–En su anterior etapa como mentor se comentaba que exigía demasiado.

A la palabra «exigía» quítale ese apellido. Exigíamos lo necesario, como de nuevo lo haremos. El diálogo educativo con el colectivo no faltó aquella vez ni faltará ahora, pero exigiremos disciplina, porque sin ella no habrá resultados.

–Su vida como atleta es un buen ejemplo de eso.

Yo no tenía grandes condiciones físicas, además, jugué una posición en la que había extra clases: Muñoz, Marqueti…, pero logré resultados y se lo debo a mi disciplina; le puse interés al entrenamiento y lo di todo en el terreno. Quisiera revivir esa actitud en mis atletas, cada uno de ellos tendrá metas individuales pensando en el colectivo. El equipo tendrá la suya.

–¿Cuál será?

Revivir la combatividad, hacer que la gente sienta deseos de vernos jugar y quede satisfecha hasta cuando no podamos salir victoriosos. No hablo de cantidad de victorias, lo primero es que los Indios del Guaso vuelvan a ser guerreros.

La novena de Guantánamo terminó «por el suelo» la pasada snb, ojalá pueda levantar en la venidera. Sería como revivir las insólitas atrapadas que, hasta desde el suelo, hacía el «hombre de goma». Tal vez Lescaille y su equipo puedan quitarle el «jit», y hasta fabricarle una doble matanza a los malos augurios. Quién sabe.

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