China prometió una respuesta legítima a las restricciones impuestas contra la labor de sus funcionarios diplomáticos en Estados Unidos, bajo el repetido argumento de que constituyen una amenaza para la seguridad nacional.
China considera injustificadas exigencias de EE.UU a sus diplomáticos
Al comentar sobre las nuevas medidas, Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, las calificó de irracionales y una violación a los protocolos internacionales que además dañan seriamente los intercambios entre ambos países.
Según aseguró, China siempre proporcionó apoyo y facilidades para que el personal de embajadas y consulados, incluido los de Estados Unidos, desarrollen aquí su trabajo oficial sin contratiempos.
Manifestó firme rechazo y exigió a Washington dar marcha atrás en su decisión contra las representaciones de Beijing, tras enfatizar en los beneficios de mantener unos nexos estables, sanos y con comunicación abierta hacia ambos lados.
La víspera el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, anunció la exigencia de una autorización a los funcionarios chinos si desean visitar campus de universidades y reunirse con dirigentes locales.
También en lo adelante deben buscar el visto bueno de la Casa Blanca para realizar eventos culturales con más de 50 personas en lugares fuera de sus sedes e identificar todas las cuentas en las redes sociales como pertenecientes al Gobierno del gigante asiático.
De acuerdo con Pompeo, estas medidas se tomaron sobre la base de la reciprocidad en las relaciones bilaterales.
Sin embargo, se encadena a una saga de hostilidades que empujan a la primera y segunda potencia del mundo a un terreno tan peligroso que da lugar a aseveraciones sobre la llegada de otra Guerra Fría.
El contrapunteo de los últimos meses abarca temas sensibles como la situación en la Xinjiang, Taiwán, Hong Kong, el Tíbet y el mar Meridional de China, restricciones a la prensa china, más trabas a la empresa Huawei, cierre de consulados y la venta forzada de la aplicación Tik Tok.
Tal y como vaticinaron analistas de todo el planeta, las fricciones Washington-Beijing suben de tono según se acercan los comicios de noviembre en Estados Unidos, pues el presidente Donald Trump hizo del tema China el principal punto de la campaña para su reelección.
(Tomado de Prensa Latina)
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