Guantánamo.- Prevención es la palabra de orden y junto a ella, la responsabilidad parece ser hasta hoy la medicina más eficaz. Este primero de diciembre se conmemora en todo el orbe el Día de lucha contra el temeroso y silencioso Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
La esencia de la celebración de esta jornada está en aprovechar la ocasión para divulgar los lamentables efectos de la contagiosa dolencia y crear un espacio que convide a la reflexión consciente de cada uno de los seres humanos del mundo, a favor de la práctica del sexo seguro y responsable.
La iniciativa de dedicar un día a la lucha contra el VIH/SIDA en el mundo se produjo en la Cumbre Mundial de Ministerios de la Salud de 1988. Desde entonces para esta fecha, organizaciones gubernamentales o no, incentivan el estudio de una realidad cercana que provoca la muerte a millones de seres humanos y se propaga a alta velocidad, sin tener en cuenta sexo, procedencia, nivel de instrucción, credo o color.
Desde el comienzo de la epidemia unos 76,1 millones de personas contrajeron la infección por el VIH y alrededor de 35,0 millones fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con él.
En este Día Mundial del Sida 2017, la ONU y la OMS subrayan la importancia del derecho a la salud y los desafíos que enfrentan quienes conviven con el VIH para satisfacerlo. Para ello constituye prioridad lograr que cada ciudadano del mundo tenga entonces la posibilidad de otros derechos estrechamente interrelacionados con el primero, y me refiero a aquellos tan imprescindibles como saneamiento, alimentación, vivienda digna y condiciones laborales saludables; solo así podrá cumplirse los Objetivos de Desarrollo Sostenible de poner fin a la epidemia para 2030. Impulsar la solidaridad con los infestados e interesar a quienes trazan políticas nacionales a tomar carta en un asunto que espanta, son pilares en el hacer de este Día Mundial de lucha contra VIH/SIDA.
Cuando el almanaque marca el avance del tiempo se reconoce que ya son varios los años transcurridos de haberse diagnosticado el primer caso de SIDA y cada vez mayores las cifras de fallecidos por este flagelo en todo el planeta. Fue el primero de diciembre de 1981, razón por la que se establece la conmemoración.
La Organización Mundial para la Salud y el sistema de la Organización de Naciones Unidas benefician la promoción e implementación de programas bien diseñados que conduzcan a un mayor acceso a la información. Se ha mejorado el tratamiento antirretroviral; alrededor de 19,5 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretrovírica en 2016; sin embargo en el mismo año, aproximadamente unos 1,8 millones contrajeron la infección por el VIH y cerda de un 1 millón de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA.
Teniendo en cuenta las estadísticas, creo que el hecho de conseguir potenciando el acceso universal a la prevención, la atención, el tratamiento, y apoyo relacionados con el VIH conforman metas realmente muy difíciles de alcanzar. Aún cuando cerca de 21 millones de personas que viven con el virus se encuentran ahora en tratamiento y las nuevas infecciones y muertes relacionadas con este están disminuyendo en muchas partes del mundo, no debemos darnos por satisfechos. Por ejemplo, en Europa Oriental y Asia Central, las nuevas infecciones por el VIH han aumentado 60% desde 2010 y las muertes en un 27%. África Occidental y Central todavía permanecen en el olvido. Dos de cada tres personas no tienen acceso al tratamiento.
Cuba, por su parte, es ejemplo de lo que en materia de voluntad política puede hacerse en la detección, prevención y atención de los enfermos del VIH/SIDA, el sistema de Salud Pública favorece dichas acciones, la que se fortalece con los grupos de voluntarios que en cada comunidad hacen promoción de salud, contribuyendo de esa manera a elevar los niveles de conocimiento de la población en cuanto a cómo evitar un contagio.
El Día Mundial de la lucha contra el SIDA es la fecha en que el mundo entero se une en un esfuerzo común dirigido a aumentar la conciencia sobre el VIH; no obstante, la labor de prevención debe ocupar los 365 días del año. Hasta hoy, es ella la mejor medicina.
¡Salvemos la vida del SIDA! Y solo así habremos cumplido con creces el compromiso con la especie humana.
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