Las enfermedades vasculares periféricas no están caracterizadas hoy como problemas de salud específico en Cuba, lo cual dificulta la adopción de políticas concretas para enfrentarlas y prevenirlas. Justamente, a cambiar esa realidad está dirigido el estudio Magnitud y trascendencia de las enfermedades vasculares periféricas en la República de Cuba, cuyos resultados iniciales, a partir de la evaluación de las primeras mil personas encuestadas, fueron presentados en el Congreso ALCVA-Angiocaribe 2016.
Dicha investigación es una de las novedades del programa científico del evento al que asisten más de 220 cubanos y 20 extranjeros de unos 16 países, organizado por la Sociedad Cubana y el Instituto de Angiología y Cirugía Vascular (INACV), y auspiciado por la Asociación Latinoamericana de esta misma especialidad; el cual se extenderá hasta este viernes en el Centro Internacional de Salud La Pradera
La investigación, que se realiza por primera vez, de alcance nacional, donde se pesquisan personas de todas las edades y dirigida por el INACV en coordinación con los servicios de angiología en las provincias, busca además determinar la prevalencia de las enfermedades vasculares periféricas, así como la tasa de amputación por esta causa, en una muestra de más de 8 500 personas, explicó uno de los autores, el doctor Luis Rodríguez Villalonga, especialista de II grado en angiología y cirugía vascular
Otro de sus objetivos está dirigido a identificar los puntajes de riesgo de aquellas enfermedades vasculares periféricas que más significación tienen dentro de la especialidad (Insuficiencia Venosa Crónica, Enfermedad Arterial Periférica, Aneurisma de la Aorta Abdominal, Enfermedad cerebrovascular de origen extracraneal y macroangiopatía diabética), en una muestra de 3000 personas; así como el costo social y económico de las enfermedades vasculares periféricas, para lo cual se evaluarán todos los enfermos detectados en el estudio, dijo el investigador.
Hasta la fecha más de 2200 personas aparentemente sanas han sido pesquisadas, señaló el experto, quien refirió que de las primeras 1000 evaluadas, unas 381tiene algún tipo de patología vascular periférica, es decir un 38,1%, para una tasa de prevalencia de 0, 3 x 1000 habitantes. Se mostró además una asociación entre las enfermedades vasculares periféricas (EVP) y el sexo femenino.
Las flebopatías resultaron ser las de mayor prevalencia seguidas de la angiopatía diabética, y luego las personas que tienen dos o más EVP. Asimismo, dos de los municipios concluidos, Diez de Octubre y Arroyo Naranjo, en la capital, mostraron una prevalencia de 66 y 72, 7 por cada 100 mil habitantes respectivamente.
De acuerdo con el doctor Rodríguez Villalonga, las enfermedades vasculares periféricas aparecen en Cuba entre las 10 primeras causas de muerte (séptimo lugar), con una tasa de mortalidad bruta de 25,5 por 100 000 habitantes, y no existen referencias respecto a la morbilidad por afecciones arteriales, venosas y linfáticas u otras.
Este estudio constituye, entonces, un aporte sin dudas significativo, si tenemos en cuenta el impacto que tienen, y el que se avecina, de estas enfermedades crónicas no transmisibles, en una población envejecida como lo es la cubana. Incentivar y profundizar dicha investigación en aras de conocer la verdadera magnitud y trascendencia de estas patologías, es imprescindible para lograr trazar estrategias coherentes de intervención.
El profesor Rodríguez Villalonga recordó que en el mundo, en el caso de las enfermedades arteriales periféricas, dos tercios de las personas que las padecen son asintomáticos e infradiagnosticados, mientras uno de cada 5 desarrollaran claudicación intermitente, uno de los síntomas clásicos caracterizado por la aparición de un dolor muscular intenso, localizado en las piernas, en la región de la pantorrilla o el muslo, debido a una obstrucción arterial crónica, que aparece al caminar o realizar un ejercicio físico y que desaparece al reposo; y el cual tiene un impacto adverso en la calidad de vida.
Se estima, dijo, que el 20 % de las personas con este padecimiento están riesgo de IMA o ictus en los próximos 5 años, y de estos también un 20 % están en riesgo de muerte en los próximos seis meses. Por otra parte, un 30 % de los que padecen una isquemia crítica, necesitarán ser amputados, y seis horas o más de retraso en el diagnóstico de un evento agudo predice gangrena y amputación.
Respecto a los aneurismas de la aorta abdominal, el especialista enfatizó en el hecho de que son asintomáticos en sus inicios pero sus comorbilidades son fácilmente prevenibles. Son más prevalentes en los hombres mayores de 60 años y fumadores, con hipertensión. El experto enfatizó en el diagnóstico precoz, esencial en el pronóstico, y en el hecho de que el tratamiento de urgencia tiene una alta mortalidad. El cribado ecográfico en mayores de 65 años, dijo, reduce en un 60 % el riesgo de muerte.
En otro orden, la enfermedad cerebrovascular de origen extracraneal es la primera causa de invalidez. En Cuba es la segunda causa de muerte, y la tasa de años de vida potencialmente perdidos asciende a 10, 6 por 1000 habitantes.
La insuficiencia venosa crónica es de todas la más prevalente. Se calcula que del 10 al 15 % de la población adulta padece várices, y entre un 1 y 2 % sufren de úlceras flebostáticas. En ese sentido, manifestó que la flebitis y la tromboflebitis ocupan el octavo lugar como causa básica de muerte en la población cubana.
Por último, el especialista se refirió a la Macroangiopatia diabética, padecimiento que dijo, alrededor de un 50 % puede evitarse con medidas de intervención. Esta es una enfermedad de naturaleza multifactorial, de aparición precoz y de progresión acelerada y centrípeta, que afecta las arterias, arteriolas, capilares y vénulas.
El 25 % de los diabéticos tienen obstrucción de arterias de las piernas y el 90 % de los pies, lo cual supone un elevado riesgo de padecer un pie diabético. Se estima que el 20 % de los ingresos obedecen a esta causa. Y es la responsable de una proporción considerable entre las amputaciones no traumáticas, con elevados costos socio-económicos.
Insistió nuevamente en la prevención, pues se considera que al menos el 50 % de las amputaciones pueden ser evitadas.