Guantánamo.- Mucho esfuerzo y desvelo hay detrás de Abdala, y el resto los candidatos vacunales cubanos anti Covid-19, hecho inédito en América Latina, y que, con probada eficacia de 92, 28% se ubica entre las cinco primeras en el mundo.
En la ciudad de Guantánamo andamos ya por la aplicación de la segunda dosis y se alistan las condiciones para ir sumando paulatinamente al resto de los municipios de la provincia.
Expresiones de alegría y confianza se encuentran lo mismo en barrios que en redes sociales, pero es imprescindible seguir observando las prevenciones. La eficacia alcanzada por Abdala, es para evitar la gravedad, la criticidad o la muerte.
La protección se alcanza cuando transcurran entre 15 y 28 días después de completar el esquema de vacunación de tres dosis, ya que el organismo necesita tiempo para alcanzar los máximos valores de inmunidad, y elevar los títulos de anticuerpos.
Además, existe la probabilidad de que una persona vacunada porte los patógenos del virus y los propague a otros, mientras el cuerpo lucha contra su propia infección con la ayuda de la vacuna.
Y esto, es aplicable para todas las que están disponibles actualmente en el mundo; llámese Novavax, Sputnik V, Pfizer, Moderna… las cuales se administran en etapas, de manera que existe la posibilidad de infectarse con el nuevo coronavirus durante el periodo entre ellas.
Por otro lado, los expertos señalan que una persona que haya superado la Covid-19 puede volver a infectarse, aunque la mayoría de esos casos parecen estar relacionados con la exposición a una cepa diferente, aún no está claro cuánto tiempo seguirán siendo efectivas las vacunas, ni qué niveles de anticuerpos se necesitan para protegerse de la reinfección.
Con la aparición de la cepa Delta -que ya circula en Cuba, y Guantánamo no es la excepción- se han incremento los casos positivos y la cifra de personas fallecidas, ante lo cual se impone extremar la autoprotección. Es tiempo de que se adquiera de una vez y por todas, conciencia sobre la letalidad de una enfermedad que no distingue edades, género, raza, religión…
Depende de cada uno de nosotros cumplir con lo establecido; el lavado constante de las manos, el uso de las mascarillas, mantener el debido distanciamiento físico en los lugares públicos, exigir porque los demás se apeguen a esas normas, evitar que se sigan enlutando nuestros corazones…
Cuidemos a los nuestros, comenzando por nosotros mismos. Honremos el esfuerzo de nuestros científicos y personal sanitario, de todos los que están en la primera línea del combate contra la Covid-19. La familia lo merece, y ellos también.
