Polo científico de Guantánamo con la mira en los microorganismos benéficos

Guantánamo.- El Polo Científico Productivo de Guantánamo tiene entre sus prioridades el enfrentamiento al cambio climático y la producción de alimentos, tarea a la cual pueden coadyuvar los denominados microorganismos eficientes o benéficos.

El Máster en Ciencias Jesús Martín Pérez, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), dijo a la ACN que esa iniciativa (EM, por sus siglas en inglés) se desarrolló en Japón  a inicios de la década de los 80 del pasado siglo, y en Guantánamo su promotor principal es el Centro para el Desarrollo de la Montaña (CDM).

Fundado el tres de febrero de 1994, por iniciativa del entonces Segundo Secretario del Comité Central del Partido, General de EjércitoRaúl Castro, con el objetivo de Desarrollar Tecnologías Sostenibles para la Montaña,  ha participado exitosamente en decenas de proyectos nacionales, territoriales y ramales y en  soluciones metodológicas y tecnológicas aplicables a las serranías.

Vitales estudios vinculados a plantas portadoras de sustancias bioactivas utilizables como acompañantes de vacunas, tienen como escenario los predios de este centro, en medio de las serranías donde nació, tomó fuerza y se desarrolló el Segundo Frente Oriental Frank País, aguerrido núcleo guerrillero fundado por Raúl.

Pero también de ese colectivo de investigadores  surgió una Guía para la Producción y Aplicación de EM, la cual se utiliza en el Proyecto Prácticas Agropecuarias Sostenibles y Adaptadas al Cambio Climático en Guantánamo, auspiciado por la organización no gubernamental Oxfam, el Consejo de la Administración Provincial y de los municipios Niceto Pérez y Manuel Tames.

Su autor, el Máster en Ciencias, Amaury Díaz Rodríguez, investigador del CDM, explicó a la ACN que el proceso que da origen al método se desarrolla en dos fases: una de fermentación en estado sólido y otra en estado líquido, ambas en condiciones de anaerobiosis, y el producto se obtiene de las dos formas.

Los EM y sus similares, poseen un campo de aplicación amplio en la agricultura (regenera el suelo, restaura su equilibrio microbiológico, nutre las plantas), en la alimentación de animales y en el manejo de plagas.

Otros ejemplos de sus beneficios son la fijación de nitrógeno atmosférico, descomposición de desechos orgánicos y residuos, supresión de patógenos en el suelo, reciclaje e incremento de la disponibilidad de nutrientes para los cultivos y producción de moléculas simple con vistas al consumo de estos.

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