Guantánamo.- La venta regulada de productos de primera necesidad en las tiendas de las cadenas TRD y CIMEX por estos días, sin dudas ha contribuido a evitar el acaparamiento, peor por otro lado, si bien la oferta es inferior a la demanda, no justifica la persistencia de las aglomeraciones.
Las autoridades gubernamentales y sanitarias han reiterado el peligro que acarrean los tumultos en la propagación de la Covid 19, y los medios de difusión masiva también insisten a través de diferentes propuestas, en la necesidad de seguir las orientaciones dadas por la dirección del país.
Entonces, ¿dónde queda la responsabilidad individual? Porque aun cuando la mayoría de los administrativos de esos establecimientos, junto a integrantes de la Policía Nacional Revolucionaria, contribuyen a organizar las colas, fuera del perímetro de la puerta de entrada, la multitud es alarmante.
Considero que es momento para extender la aplicación de las sanciones contempladas en el Código Penal, para quienes infrinjan las disposiciones dictadas por las autoridades sanitarias competentes, que el rigor y la severidad ante cualquier infracción también salven.
La necesidad de adquirir determinados productos está patente, pero también la posibilidad del contagio y propagación, poniendo en riesgo no solo su vida, sino la de su familia, amigos, vecinos…
La iniciativa de acercarle a los ciudadanos los productos de primera necesidad y los alimentos a casa, aún no se materializa lo suficiente, pero tampoco debe ser pretexto para incurrir en la molotera.
En Guantánamo ya existe un caso positivo al nuevo coronavirus y en Cuba, hasta el cierre de este comentario, son más de 280 los enfermos y 6 los fallecidos.
La expansión global del SARS CoV 2 ha impuesto un escenario complejo al desarrollo de la vida en sociedad, y como reza el viejo adagio “después de la tormenta, viene la calma”, hasta entonces, evite las aglomeraciones y recuerde que información, disciplina y percepción del riesgo, son claves en estos momentos.
