Al respecto, el 16 de diciembre de 2015, el Royal Bank of Canada anunció a la aerolínea Cubana de Aviación que el cierre de su cuenta en dólares dos meses antes se debía a las sanciones de los Estados Unidos contra Cuba.
Ese mismo mes la cadena de supermercados ASDA radicada en Reino Unido y perteneciente al grupo estadounidense Wall Mart, recibió instrucciones de remover de la venta todos los productos cubanos o derivados de ellos, debido a las regulaciones del bloqueo.
Así, Cuba dejó de percibir cerca de un millón de dólares por la comercialización de habanos.
De igual manera, dada la imposibilidad de realizar operaciones financieras internacionales con dólares estadounidenses, La Habana se ve obligada en sus actividades de cooperación internacional, a exigir que los pagos por los servicios profesionales o bienes que ofrece, se realicen en euros o dólares canadienses.
Sin embargo, mientras continúa esta injusta medida, los opositores crecen en todo el mundo y en especial dentro de Estados Unidos, cuyo número alcanzó su cenit tras los históricos anuncios de los presidentes de los dos países en diciembre de 2014.
La prensa estadounidense se ha hecho eco de esos reclamos. Medios como The New York Times y Bloomberg destacaron en sus editoriales el creciente apoyo bipartidista y de la sociedad estadounidense en general, a favor de levantar el bloqueo.
Incluso realizaron llamados al Congreso para que apoye esta nueva política, partiendo del hecho de que la mayoría de los sectores políticos y civiles estadounidenses, incluidos grupos de origen cubano, la respaldan.
Los sondeos arrojan que, como promedio, el 70 por ciento de los estadounidenses apoyan el levantamiento del bloqueo y entre los demócratas que favorecen la política del Presidente Obama hacia la Isla, su número ronda el 80 por ciento de los encuestados.