Patrimonio Mundial ampara cuenca del más caudaloso de Cuba

Rolando Villaverde, especialista de la guantanamera Unidad de Servicios Ambientales, explicó que la preservación de la cuenca del río Toa, una de las más importantes de Cuba y el Caribe por su biodiversidad y reservas acuíferas, es prioridad en los planes de manejo del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.

Añadió Villaverde que durante el último año y medio se beneficiaron, con acciones de conservación de suelos, cerca de un centenar de hectáreas de esa cuenca hidrográfica del nororiente cubano, paraje con más de la mitad de su superficie en ese accidente geográfico, de gran riqueza paisajística y bañada por el más caudaloso río de nuestro país y sus 70 afluentes.

De las más de 100 mil hectáreas de la valiosa área de escurrimiento, alrededor de 37 millares están amparados dentro del Parque, reconocido parque del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Sitio Natural de Patrimonio Mundial, compartido por las provincias de Guantánamo y Holguín.

Villaverde señaló que en los últimos tiempos expertos de la Unidad de Servicios Ambientales reforzaron allí la restauración y monitoreo de zonas dañadas por antiguas prospecciones mineras, en Arroyo Bueno y la Altiplanicie del Toldo, ambos parajes holguineros, el segundo ubicado en la cuenca del río Piloto, afluente del Jaguaní, una de las principales subcuencas del Toa.

También fueron rehabilitados con labores ambientalistas ecosistemas afectados por diferentes niveles de erosión hídrica, en áreas de la Meseta de Cupeyal del Norte y Piedra la Vela, esta última dentro del Departamento de Conservación Ojito de Agua, en el municipio guantanamero de Yateras, donde se avistó en 1987, por última vez en Cuba, el pájaro Carpintero Real.

Entre las técnicas de conservación de suelos puestas en práctica destacaron, por su efectividad, la construcción de tranques y barreras vivas y muertas, la corrección de cárcavas, y la siembra en contorno de las pendientes, que han evitado la pérdida de tierra fértil cuyo arrastre antes iba a parar a los ríos, afectando su caudal y pureza.

El plan de manejo del “Humboldt” contempló además, en la cuenca del Toa, la construcción de zanjas de drenaje, la reforestación con especies autóctonas para respetar el paisaje original, y la rehabilitación de fajas hidrorreguladoras, que en conjunto contrarrestaron la erosión térrea en región donde predominan montañas y altos niveles de precipitaciones.

Alta suma ha invertido allí el país desde que en 2001 se activó el programa destinado a mejorar los suelos de esa zona de escurrimiento con alto endemismo de flora y fauna, extendida por más de mil kilómetros cuadrados en el macizo Nipe-Sagua-Baracoa.

El eminente científico y espeleólogo Antonio Núñez Jiménez, considerado Cuarto Descubridor de Cuba, fue ferviente promotor de la salvaguarda de esos ecosistemas donde abundan las selvas lluviosas mejor conservadas del país, parajes explorados varias veces por él, hasta poco antes de su muerte en 1998, y que calificó de verdadero reservorio del planeta y maravilla de la naturaleza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *