De pronto todos los que conozco en Facebook comenzaron a etiquetar un nombre en inglés. Si los buenos sentimientos tuvieran la capacidad de viralizarse con la rapidez con que lo logra todo lo morboso en Internet, de seguro ese nombre habría estremecido los algoritmos de Facebook.
Anthea Guthrie, una inglesa de 68 años de edad, había sido identificada en las redes como una de las pasajeras del crucero británico MS Braemar, en el cual viaja un pequeño número de personas afectadas por el nuevo coronavirus (SARS CoV 2/Covid-19) y que lleva varios días en alta mar, sin conseguir permiso de atraque en ninguno de los puertos a los cuales ha solicitado ayuda humanitaria.
Pero Cuba, uno de los pocos países del mundo capaz de dar el paso al frente por la humanidad en los momentos más difíciles —lucha contra el Ébola en África y asistencia ante desastres naturales en cualquier parte del mundo—, emitió un comunicado oficial que devolvió la paz a los 682 pasajeros y 381 tripulantes, y sus familias, y amigos, y conocidos, y a su gobierno, y a toda persona de alma buena en el mundo que pueda ser capaz de imaginar la incertidumbre de las miles de personas que se han sentido abandonados en medio del océano, sin posibilidades reales de rescate, en pleno siglo XXI.
Cuba permitió el atraque del MS Braemar. El gobierno revolucionario aseguró que adopta todas las medidas establecidas por la OMS y el Minsap para, de conjunto con las autoridades británicas, garantizar el retorno seguro e inmediato de estos viajeros al Reino Unido.
«¿Podrían todos mis amigos levantar una copa por Cuba y recordar que cuando nadie más nos dejaría desembarcar, Cuba dio un paso al frente? Volando a casa desde Cuba el miércoles o el jueves. Amor a todos los que han estado siguiendo nuestra gran aventura», escribió Anthea en su muro de Facebook al conocer la noticia.
Luego, ante la avalancha de mensajes alentadores que recibió, puso: «Sinceramente, estoy inundada de lágrimas por su amabilidad. Nos han hecho sentir no solo tolerados, sino también bienvenidos.
Gracias a Cuba por habernos abierto el corazón, nunca olvidaremos que nos respondió cuando absolutamente nadie, y quiero decir que NADIE MÁS lo haría. Mañana daré una conferencia en el barco sobre la Revolución, un movimiento que es en sí mismo una lección objetiva para superar la adversidad. En tu honor gracias, gracias, gracias».
De acuerdo con Telesur, entre los viajeros del MS Braemar se encuentran ciudadanos de Australia, Bélgica, Colombia, Canadá, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega y Suecia.
Al menos cinco personas a bordo han sido confirmadas con la Covid-19, pero se mantienen aislados en el barco a 21 trabajadores y 22 pasajeros por presentar síntomas similares a la gripe.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales