De acuerdo con los reportes, el desplazamiento está organizado por la municipalidad de Niza -con ayuda de la aerolínea Air France-, la cual alquiló dos aviones con un costo de alrededor de 300 euros por persona, para garantizar la visita.
La delegación estará acompañada por un grupo de dirigentes locales que sí asumirán los costos del viaje.
La iniciativa ha sido blanco de críticas pues el traslado de las víctimas está financiado en parte con fondos públicos.
En un comunicado, la Liga de Derechos del Hombre aseveró que el plan atenta contra los principios de laicidad vigentes en Francia, según los cuales los poderes públicos deben acogerse a una estricta neutralidad religiosa.
‘Si hubo víctimas de todas las confesiones, ¿entonces debemos esperar pronto el financiamiento de un peregrinaje a Jerusalén, a la Meca o a Benarés?’, señaló la organización.
Frente a los cuestionamientos, el presidente del Consejo Regional de Provence-Alpes-Côte d’Azurm, Christian Estrosi, aseveró que el viaje no tienen un carácter religioso y en la delegación hay representantes de los diferentes cultos.