Guantánamo. – Hace menos de dos meses los baracoenses festejaron los 500 años de fundada la Primera Villa de Cuba, pero hoy esa ciudad guantanamera despierta incomunicada nuevamente tras el reciente paso del huracán Matthew.
El sólo hecho de poder ser testigos de cómo esa urbe costera perdió gran parte de su encanto cuando se aprecian algunas fotos en la web, nos hace percibir el dolor de las personas que perdieron con el fuerte viento huracanado y el terrible accionar del mar, años de trabajo y sacrificio para poder tener algo y que ese fenómeno se los haya arrancado de las manos.
La escultura del navegante Cristóbal Colón que se erige en el malecón de Baracoa muestra las marcas de haberse enfrentado a la ira de Matthew, resistiendo la angustiosa travesía, pero la ciudad que se despliega ante sus ojos NO puede decir lo mismo.
PERO LAS ESPERANZAS NO MUEREN. Luego del paso del terrible huracán Matthew por Baracoa el suelo de esa ciudad está cubierto de ramas, tejas, postes caídos y cables eléctricos, muchos enredados en las columnas de las casas que una vez estuvieron en pie, unos pocos hurgan aquí y allá para rescatar trozos de madera, clavos y tejas que le permitan reconstruir el techo que perdieron.
El parque central es una secuencia de árboles caídos, los almacenes de medicamentos de El Turey también perdieron parte de la cobertura, así como el legendario Hotel La Rusa y El Castillo, sufrieron estragos en sus estructuras.
Pero las esperanzas en los baracoenses NO mueren, tienen fe en que la Revolución Cubana volverá a implantarle el sello de atractiva que esa ciudad de ricos paisajes naturales siempre ha tenido, valorada así por visitantes nacionales e internacionales.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.