Ojos beisboleros puestos en Culiacán

Vallas publicitarias, banderas de México, República Dominicana, Cuba, Venezuela y Puerto Rico en cada arteria de esta urbe azteca anuncian que el clásico beisbolero por excelencia del Caribe está a punto de comenzar.  La voz de play ball en la 59 edición de la Serie del Caribe podemos escucharla a la vuelta de la esquina. Ya se nota el ambiente de bolas y strikes en esta ciudad sinaloense, que todavía sufre por la caída de los Tomateros de Culiacán en la semifinal de la Liga del Pacífico.  Gemma, la taxista que nos trasladó desde el Aeropuerto Internacional Federal de Culiacán hasta el centro de la urbe, nos confesó que ha costado trabajo asimilar el fracaso de los Tomateros, pero igual apoyarán a los Águilas de Mexicali, flamante campeón del circuito invernal azteca.  Sin dudas los anfitriones serán un hueso duro de roer en el majestuoso recinto Nuevo Estadio Tomateros, donde la noche del lunes se realizaron varios ensayos de la ceremonia de inauguración del certamen el miércoles 1ro de febrero, la cual se presume sea bien colorida, moderna y espectacular.  Muchas personas se han acercado a la decena de periodistas cubanos que cubriremos en Culiacán el desarrollo de la lid, y en todos los casos han manifestado su apoyo y simpatía para con nuestro país, además de un profundo interés por el evento, que reunirá al líder histórico de estas lides, los dominicanos Tigres del Licey, y a otros cuatro conjuntos sin una historia rutilante.  Tanto los Alazanes de Granma, que debutará en este escenario, como Criollos de Caguas, Águilas del Zulia y Águilas de Mexicali llegan a Culiacán sin saborear las mieles del éxito en el clásico caribeño desde 1989.  El cuadro venezolano fue el último en lograrlo hace ya 28 años, mientras mexicanos y boricuas no ganan desde 1986 y 1987, respectivamente.  En cambio, los Tigres del Licey, máximos ganadores del evento con diez títulos, vencieron por última ocasión en el 2008 y desde 1996 suman tres coronas, las cuales han mantenido a salvo su dominio regional, por delante de las Águilas Cibaeñas (Dominicana) y Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), quienes acumulan cinco cetros.  Independientemente de su largas rachas sin metales dorados en Series del Caribe, estos equipos desembarcan en Culiacán con las pilas cargadas, listos para enterrar de una buena vez los fantasmas de décadas anteriores.  Mexicali, por ejemplo, luego de quebrar una larga maldición de 18 años en blanco en su liga, se fortaleció con la adición del cerrador Sergio Romo, tres veces campeón de la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco, así como del productor cubano Ronnier Mustelier o el veterano zurdo de MLB, Oliver Pérez, quienes conforman el amplio grupo de 13 refuerzos de los Águilas.  Mustelier, al igual que l zurdo Héctor Daniel Rodríguez, abridor de los aztecas en su debut contra Puerto Rico, militaron en los Tomateros de Culiacán, por lo que recibirán el calor de afición local. Rodríguez, por cierto, también fue refuerzo de los Venados de Mazatlán en la pasada Serie del Caribe y ganó par de encuentros, incluida la semifinal ante Cuba.  La armada venezolana también rompió una estela negativa de sucesos y subió a la cumbre tras 17 años de naufragios. Liderados por el mentor Lipso Nava, hombre con muchos de años de experiencia como coach de bateo en organizaciones de las Grandes Ligas, el conjunto de Zulia llega a Culiacán sin el cartel de favoritos y, por tanto, con menor presión.  Por su parte, los Criollos de Caguas vienen por liquidar la gran deuda boricua en estas lides, pues desde el título de Cangrejeros de Santurce en el 2000 no se coronan. Ya son 17 inviernos de maleficio y Caguas, tras recuperarse de una temporada que no pintaba nada bien, viene a por todas.  Sin dudas, el peso histórico y mediático recaerá sobre los Tigres del Licey, el combinado dominicano que ha logrado más de 20 trofeos nacionales y una decena en Series del Caribe. Pese a perder a su gran estrella, el toletero de las Medias Rojas de Boston, Hanley Ramírez, desde los partidos de la final contra las Águilas Cibaeñas, los felinos no solicitaron demasiados refuerzos.  De hecho, solo seis jugadores nuevos vestirán la chamarreta de los azules, la menor cantidad entre los cinco contendientes por el cetro de Culiacán.  Poco a poco todos van poniendo las cartas sobre la mesa, mientras en las arterias sinaloense crece y crece la expectativa por el inicio de la 59 Serie del Caribe, en la cual los Alazanes de Granma llegan como la «Cenicienta», pero esto se decide en el terreno.  Vallas publicitarias, banderas de México, República Dominicana, Cuba, Venezuela y Puerto Rico en cada arteria de esa urbe azteca anuncian que el clásico beisbolero por excelencia del Caribe está a punto de comenzar.

La voz de play ball en la 59 edición de la Serie del Caribe podemos escucharla a la vuelta de la esquina. Ya se nota el ambiente de bolas y strikes en esta ciudad sinaloense, que todavía sufre por la caída de los Tomateros de Culiacán en la semifinal de la Liga del Pacífico.

Gemma, la taxista que nos trasladó desde el Aeropuerto Internacional Federal de Culiacán hasta el centro de la urbe, nos confesó que ha costado trabajo asimilar el fracaso de los Tomateros, pero igual apoyarán a los Águilas de Mexicali, flamante campeón del circuito invernal azteca.

Sin dudas los anfitriones serán un hueso duro de roer en el majestuoso recinto Nuevo Estadio Tomateros, donde la noche del lunes se realizaron varios ensayos de la ceremonia de inauguración del certamen el miércoles 1ro de febrero, la cual se presume sea bien colorida, moderna y espectacular.

Muchas personas se han acercado a la decena de periodistas cubanos que cubriremos en Culiacán el desarrollo de la lid, y en todos los casos han manifestado su apoyo y simpatía para con nuestro país, además de un profundo interés por el evento, que reunirá al líder histórico de estas lides, los dominicanos Tigres del Licey, y a otros cuatro conjuntos sin una historia rutilante.

Tanto los Alazanes de Granma, que debutará en este escenario, como Criollos de Caguas, Águilas del Zulia y Águilas de Mexicali llegan a Culiacán sin saborear las mieles del éxito en el clásico caribeño desde 1989.

El cuadro venezolano fue el último en lograrlo hace ya 28 años, mientras mexicanos y boricuas no ganan desde 1986 y 1987, respectivamente.

En cambio, los Tigres del Licey, máximos ganadores del evento con diez títulos, vencieron por última ocasión en el 2008 y desde 1996 suman tres coronas, las cuales han mantenido a salvo su dominio regional, por delante de las Águilas Cibaeñas (Dominicana) y Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), quienes acumulan cinco cetros.

Independientemente de su largas rachas sin metales dorados en Series del Caribe, estos equipos desembarcan en Culiacán con las pilas cargadas, listos para enterrar de una buena vez los fantasmas de décadas anteriores.

Mexicali, por ejemplo, luego de quebrar una larga maldición de 18 años en blanco en su liga, se fortaleció con la adición del cerrador Sergio Romo, tres veces campeón de la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco, así como del productor cubano Ronnier Mustelier o el veterano zurdo de MLB, Oliver Pérez, quienes conforman el amplio grupo de 13 refuerzos de los Águilas.

Mustelier, al igual que l zurdo Héctor Daniel Rodríguez, abridor de los aztecas en su debut contra Puerto Rico, militaron en los Tomateros de Culiacán, por lo que recibirán el calor de afición local. Rodríguez, por cierto, también fue refuerzo de los Venados de Mazatlán en la pasada Serie del Caribe y ganó par de encuentros, incluida la semifinal ante Cuba.

La armada venezolana también rompió una estela negativa de sucesos y subió a la cumbre tras 17 años de naufragios. Liderados por el mentor Lipso Nava, hombre con muchos de años de experiencia como coach de bateo en organizaciones de las Grandes Ligas, el conjunto de Zulia llega a Culiacán sin el cartel de favoritos y, por tanto, con menor presión.

Por su parte, los Criollos de Caguas vienen por liquidar la gran deuda boricua en estas lides, pues desde el título de Cangrejeros de Santurce en el 2000 no se coronan. Ya son 17 inviernos de maleficio y Caguas, tras recuperarse de una temporada que no pintaba nada bien, viene a por todas.

Sin dudas, el peso histórico y mediático recaerá sobre los Tigres del Licey, el combinado dominicano que ha logrado más de 20 trofeos nacionales y una decena en Series del Caribe. Pese a perder a su gran estrella, el toletero de las Medias Rojas de Boston, Hanley Ramírez, desde los partidos de la final contra las Águilas Cibaeñas, los felinos no solicitaron demasiados refuerzos.

De hecho, solo seis jugadores nuevos vestirán la chamarreta de los azules, la menor cantidad entre los cinco contendientes por el cetro de Culiacán.

Poco a poco todos van poniendo las cartas sobre la mesa, mientras en las arterias sinaloense crece y crece la expectativa por el inicio de la 59 Serie del Caribe, en la cual los Alazanes de Granma llegan como la «Cenicienta», pero esto se decide en el terreno.  

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