Obama viene con todo ¿y para el bien todos?

Guantánamo.- Probablemente muchos coincidan con la primera parte del título de estas líneas, pero con  la que sigue, interrogante al fin,  frunzan el ceño y, entonces, antes de responder lo mediten bien. 

Si damos créditos a los profusos reportes de la prensa que cubre la visita del mandatario norteamericano, el  primero que viene a la Cuba socialista, y segundo que visita el país desde hace 88 años, este no es un viaje más del principal inquilino de la Casa Blanca, sino, tal vez, el principal, el que perpetuará lo que se supone sea su legado en 8 años de gobierno.

El que también se inscribirá en la historia como el primer presidente negro de los Estados Unidos aterriza en Cuba con una delegación de altísimo nivel, compuesta por ministros, legisladores, empresarios, representantes de diversas agencias del gobierno, su esposa, sus hijas, su suegra….  con el interés de consolidar los pasos dados en la dirección del restablecimiento de las relaciones con nuestro país, desde que los presidentes de ambos países sorprendieron al mundo, el 17 de diciembre de 2014, con el anuncio de ese giro en la conflictiva política que el gobierno norteño había llevado contra el pueblo de la mayor de las Antillas.

Desde aquellos anuncios hasta la fecha,  Obama ha adoptado 4 paquetes de medidas para lo que ellos llaman “flexibilización del embargo”, los que han sido positivos y orientados en la dirección correcta pero que, sin embargo, no resuelven el problema de fondo que es la existencia del bloqueo que continúa afectando económicamente al país y entorpece sus relaciones comerciales con el resto del mundo.  Incluso se ha demostrado por el gobierno cubano que las medidas en sí misma se quedan cortas y no responden a las verdaderas prerrogativas que tiene el presidente para carenar el bloqueo por dentro.

El canciller cubano Bruno Rodríguez explicó que  esos  paquetes de medidas anunciados por el Ejecutivo estadounidense se han recibido con beneplácito por Cuba, pero hacen “poca diferencia en la aplicación real del bloqueo y no han funcionado debido al carácter integral y opresivo de éste”. El último grupo, efectivo desde el 16 de marzo, también es bien recibido, pero su profundidad “habrá que establecer en los hechos”.

Las autoridades cubanas han dicho y demostrado que  las prohibiciones que siguen pesando para Cuba y en las que la administración de Obama tiene capacidad de maniobra e inexplicablemente no se pronuncia al respecto, está la imposibilidad de Cuba de importar productos y servicios a Estados Unidos, incluyendo medicamentos y productos biotecnológicos. “¿Por qué los ciudadanos estadounidenses, en esta circunstancia particular de la relación bilateral, no pueden utilizar las vacunas terapéuticas cubanas contra el cáncer de última generación?”, se preguntó el Canciller.

Cuba, por su parte ha reiterado que nada tiene que dar a cambio, pues no ha bloqueado nada en los Estados Unidos, no obstante a la autorización del uso del dólar en sus transacciones internacionales, que forma parte del último paquete de Obama, decidió  eliminar el gravamen del 10 por ciento que se aplica hoy a la moneda estadounidense en la Isla. No obstante aclaró que  mientras haya persecución financiera habrá gravamen. Cuba propone que se hagan declaraciones políticas de muy alto nivel” del Gobierno de Estados Unidos, que se generen “documentos de alcance jurídico”, “aclaraciones legales numerosas del Departamento del Tesoro que den seguridad jurídica y política a los bancos a los bancos extranjeros y a los propios bancos estadounidenses”.

Está claro entonces que estados unidos está jugando su propia carta de triunfo y como ha dicho claramente lo que cambia son las maneras de alcanzar el propósito de acabar con la Revolución cubana. Entonces  casi todos los que vivimos en este país no creemos en los cuentos de camino de que el señor Obama trae en sus maletas la prosperidad y la solución para nuestros problemas;  y aunque lo escuchemos citar el martes a José Martí,  –nadie dude que lo  hará-  todos sabemos que el viene con todo, pero  jamás, “para el bien de todos” como quiso que viviéramos el más universal de los cubanos.    

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