Texto y Fotos: Rodny Alcolea Olivares
Guantánamo.- En pleno corazón de las montañas del municipio guantanamero de El Salvador se encuentra El Dajao, una intrincada comunidad ubicada a unos 10 kilómetros del Consejo Popular de Bayate.
El éxodo de muchos de sus habitantes, el deterioro del vial de acceso y también la falta de una atención más específica de los factores con incidencia en la comunidad durante los últimos años, dejaron sus huellas y el poblado quedó pretérito en el verde lomerío que la rodea.
Por suerte las cosas comienzan a cambiar y el serrano asentamiento poblacional renace gracias al empeño de sus hombres y mujeres, junto al apoyo de organismos y entidades provinciales y municipales, así como de las organizaciones políticas y de masas.
La estrategia que se persigue en la provincia y el país es realizar intervenciones en las comunidades, a partir de un diagnóstico conformado por las opiniones y demandas de sus habitantes, quienes deciden por prioridades qué, cómo y cuáles acciones a realizar.
De eso bien sabe Dayanis Lafargue, la delegada de la circunscripción que cuenta con 112 electores quienes viven en 66 viviendas y donde existen instituciones sociales como la escuela de enseñanza primaria multígrado José Martí, un consultorio médico, la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Ángel Leyva, la bodega, un campamento del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), una sala de televisión y un grupo electrógeno que permite contar con unas cuatro horas diarias de corriente.
“Aunque faltan cosas por lograr para el beneficio de todos – dice Dayanis- se debe reconocer que en el Dajao hasta parece que se respira otro aire y quienes acá vivimos lo vemos más bonito”.
“Se mejoró y trabaja en el planteamiento más histórico de todos los procesos de rendición de cuenta, que es el vial desde Bayate hasta la comunidad, que clasifica como la principal inversión que se ejecuta en esta serrana zona y una obra que agradece mucho la población.”
“También –añade la delegada- se instaló un teléfono fijo alternativo (TFA), con lo que se mejoran las comunicaciones, porque antes no se podía ni hacer una llamada ante cualquier situación de algún enfermo u otra cosa. Todas las instituciones sociales recibieron reparación el pasado año, y ya 23 viviendas fueron electrificadas por paneles solares.”
“Por suerte esta comunidad no tuvo casos de Covid-19, ni en el momento de mayor pico pandémico; con la ayuda del personal del área de salud y del médico y la enfermera que trabajan en el consultorio, ya toda la población tiene sus tres dosis de la vacuna Abdala”.
Si bien es palpable el cambio, es mucho aún lo por hacer en la búsqueda de mayor calidad de vida para quienes viven en El Dajao, y por eso Dayanis insiste con el Diputado al Parlamento Yamil Muchuly, Presidente del Consejo Popular de Bayate, para continuar, con la trabajadora social y los factores comunitarios en la atención que se presta a tres madres con tres hijos o más menores de 17 años, y al anciano Luis Blanco, que tiene varias vulnerabilidades como el estado de su casita y varias enfermedades.
Los campesinos de la zona reconocen el apoyo brindado por la Empresa Agroforestal de El Salvador, pero son conscientes de lo mucho más que se puede hacer para ir, poco a poco, eliminando los pisos de tierra, arreglar las viviendas, y hasta que se haga sentir en la comunidad la presencia de la CCS que para muchos “no funciona como debe ser y hasta se escapan producciones que pueden estar en el plato de muchos hogares”.
Al término de nuestra visita al Dajao, la Delegada Dayanis convida a un nuevo encuentro “Venga periodista cuando pueda, vamos a estar esperándolo, seguro con un vial mejor y siempre, como nos pidió el Presidente Díaz-Canel, trabajando por quitarle un pedacito a los problemas y sin conformarnos, porque con apoyo, a pesar de la falta de materiales y recursos, se puede hacer más si se pone empeño y voluntad”.
