Guantánamo. – Ubicado en las inmediaciones del río Toa, más allá de la localidad conocida como los Naranjos y atravesando numerosas cuchillas en la montaña, se llega a Salto Fino, la mayor caída libre de agua de Cuba.
Desde inicios del 2018, expertos de la Unidad Presupuesta de Servicios Ambientales Alejandro de Humboldt (Upsa) realizaron la propuesta de su inclusión, junto a Pico Galán, en el sistema provincial de áreas protegidas, por el endemismo y la rica flora y fauna de la zona.
El área protegida de Salto Fino, llevará el nombre de su descubridor, Antonio Núñez Jiménez, quien lo avizorara por vez en 1996, desde un helicóptero, para luego realizar dos expediciones en la búsqueda de aquel sitio al que nunca se había llegado por tierra hasta ese momento.
La feliz noticia la trajo su amigo y compañero Ángel Graña, quien, en su reciente visita a la Universidad de Guantánamo, informó que la zona será un área para las investigaciones, el monitoreo de las especies que allí se encuentran y la contemplación de parte de la riqueza natural que caracteriza a la provincia de Guantánamo.
Lo cierto es que este accidente geográfico constituye una de las maravillas naturales de nuestra provincia, insuficientemente exploradas y estudiadas por el hombre y desconocidas para muchos guantanameros.
Confiemos en que esta nueva condición de área protegida, la ponga en la mira de los científicos para el estudio del ecosistema, las especies de flora y fauna, sus características climáticas, entre otros detalles, que puedan hacer de este sitio un motivo más de orgullo para la provincia más oriental de Cuba.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.