Con goles de Kagawa, desde los once metros, y de Osako, a la salida de un corner, la selección nipona derrotó hoy a Colombia en el primer partido del grupo H.
Bien temprano, en el minuto tres, los cafeteros se quedaron con un hombre de menos después de que fuera expulsado Carlos Sánchez por una falta dentro del área que el atacante del Borussia Dortmund convirtió en el gol que abría la cuenta.
El empate de los sudamericanos lo consiguió Juan Fernando Quintero, luego de un libre directo que pasó por debajo de la barrera.
A diecisiete de final, en un tiro de esquina, Osako le ganó a los defensores en el salto para anotar el del triunfo.
El partido de Colombia ante Japón empezó de mala manera, con la confirmación de la suplencia de James por fatiga muscular; continuó empeorando con la expulsión de la Roca Sánchez; y finalizó en tragedia con la derrota frente a la selección asiática, la misma a la que golearon (1-4) en Brasil hace cuatro años.
La pesadilla del Mordovia Arena para Pékerman le hará ir a remolque desde el principio… pero tampoco es una situación nueva para los sudamericanos. En sus debuts en las anteriores cinco Copas del Mundo, ganaron dos: Italia 1990, 0-2 a Emiratos Árabes; y Brasil 2014 a Grecia. El resto, derrotas: ante Uruguay en Chile 1962, Rumanía (3-1 en 1994 y 1-0 en Francia 1998) y ahora Japón, en Rusia 2018. El problema que dejó ver en Rusia fue la imagen mostró.
Cierto es que la mutación de la Roca Sánchez en la Roja Sánchez ocurrió demasiado pronto. En el 3′, por una clarísima mano que detuvo el disparo de Japón a portería vacía. Protestó, sin sentido, claro. Fue la primera roja de Colombia en su historia mundialista (tras 18 partidos) y la segunda más rápida de la historia tras la del uruguayo Batista ante Escocia en México 1986, antes del minuto de partido.
Kagawa anotó el penalti -lanzado blandito al medio- y todas las miradas se dirigieron al banquillo. Pékerman tenía que moverlo y James, tocado, esperaba su oportunidad. Toda la responsabilidad caía en Juan Fernando Quintero y respondió lanzando una falta magistral, por debajo de la barrera y ante la que Kawashima pudo hacer algo más. Antes, la entrada de Barrios por Cuadrado le cambió la cara a Colombia.
También ayudó la pasividad japonesa, muy blanditos y sin hambre. Pero en la segunda mitad apretaron y tuvieron grandes opciones de ponerse de nuevo por delante. Ospina detuvo dos tiros -a Osako e Inui- pero falló en el saque de esquina decisivo, lanzado por Honda -que entró por Kagawa- y rematado a la red por el propio Osako, que sustituyó como titular a Okazaki en el centro del ataque nipón.
Ganó Japón gracias a todas las facilidades que le puso Colombia, que se hizo el harakiri en Rusia. La venganza del 1-4 de Brasil ha llegado. A Colombia, le tocará remar hacia octavos.