Matthew : prueba en que salió airosa la meteorología

Guantánamo.- El huracán Matthew fortaleció en Guantánamo el sistema de vigilancia meteorológica, su sistema de alerta temprana y la información emitida al Gobierno, Defensa Civil y a la población en general durante el año en curso, opinó  Carlos Román González, director del Consejo Meteorológico Provincial (CMP).

Esos datos, vitales para el enfrentamiento de ciclones tropicales y otros fenómenos meteorológicos resultaron vitales para enfrentar al más peligroso meteoro que ha azotado al Oriente Cubano, sin lamentar la pérdida de una vida humana, explicó Román González, a pocas horas de efectuarse  la asamblea de balance de la entidad.

Fue objeto de especial atención la temporada ciclónica, durante la cual, precisó el  responsable del CMP, se emitieron oportuna y eficazmente cinco avisos de alerta temprana, dos especiales por intensas lluvias y 11 notas meteorológicas, asociadas a la ocurrencia de nueve tormentas locales severas y dos records potenciales de temperatura registrados en las instalaciones del sistema.

La calidad y premura de las informaciones emitidas durante el cuatro y cinco de octubre, en el seguimiento al primer huracán de gran intensidad que afectó a la provincia, fueron reconocidas  por las autoridades del Instituto de Meteorología (INSMET) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

Los partes enviados al Consejo de Defensa Provincial por el personal de las cinco estaciones meteorológicas (Guantánamo, Valle de Caujerí, Jamal, Yateras y Punta de Maisí) coadyuvaron a preservar los bienes materiales y en especial las vidas humanas, criterio reiterado en varias ocasiones por el presidente de ese órgano, Denny Legrá Azahares, miembro del Comité Central del Partido y su Primer Secretario en Guantánamo.

El colectivo extremo oriental, localizado casi a la misma distancia de Haití que de Baracoa,  reportó 542,4 milímetros de lluvias máximas en 24 horas, a partir de la tarde noche del cuatro de octubre, el mayor registro de precipitaciones de la instalación correspondiente a un día, desde su inauguración en 1948, a un costado del  Paso de los Vientos.

Plasmar esas estadísticas con exactitud, y en medio del peligró que significaban los vientos de Matthew, entrañaron pericia, audacia y riesgo, por parte de los observadores del colectivo.

Esa estación  estuvo durante más de ocho horas en el anillo de los vientos máximos del temible ciclón, período en que registraron también vientos máximos sostenidos de 210 kilómetros por hora (kph), y rachas superiores a los 245.

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