El presidente de la Sociedad Cubana de las Ciencias del Suelo, Luis Gómez, llamó en La Habana a la integración de los resultados investigativos y productivos en la actividad relacionada con este recurso vital. Gómez, también director general del Instituto de Suelos, inauguró un congreso internacional sobre esta materia en el capitalino Palacio de Convenciones, el cual sesionará hasta el 4 de mayo con la participación de expertos de Cuba y varios continentes.
El directivo impartió una conferencia magistral acerca de los retos de esta ciencia, en la que subrayó que la integración en la esfera, no es solo entre instituciones y académica, sino de resultados.
Actualmente el 75 por ciento del área agrícola del país está afectada por algún factor limitante de la fertilidad de los suelos, precisó.
También este recurso se ve perjudicado por pérdidas de materia orgánica, la compactación y la salinidad, esta última debido a que se trata de un país rodeado de mar.
Actualmente esta isla invierte todos los años unos 58 millones de pesos (igual en dólares al cambio oficial) a la preservación y conservación de los suelos, informó Gómez, quien abogó por perfeccionar los actuales indicadores y crear nuevos para conocer con mayor efectividad el impacto de esta medida en la preservación de ese recurso.
Hizo referencia a un reporte publicado por la Plataforma Internacional de la Política Científica sobre Biodiversidad y Servicios eco-sistémicos, según el cual el 75 por ciento de la superficie terrestre ha sido afectado por los humanos y esa área podría incrementarse al 90 por ciento en 2050.
De acuerdo con el documento, indicó, la deforestación continuada y el cambio de uso de la tierra, la excesiva extracción de agua, el consumo creciente de combustibles fósil y la ascendente emisión de gases de efecto invernadero contaminan y degradan los ecosistemas naturales, así como el ambiente y debilita los servicios eco-sistémicos.
Luis Vézquez, de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología, impartió una conferencia en la que destacó como aspectos esenciales la interacción entre la conservación del medio ambiente, el cambio climático y la producción alimentaria.
Señaló que en Cuba tiene lugar un proceso de transición de una agricultura convencional a una con predominio de técnicas agroecológicas.
En esta primera sesión, además, se realizó un simposio sobre la aplicación de técnicas nucleares en la agricultura cubana, que incluyó cerca de una decena de ponencias, entre estas el uso de esos métodos y de isótopos para una mayor eficiencia en el manejo del agua y el suelo.
