La responsabilidad de nuestro voto

Guantánamo.- Un código basado en los afectos, una ley que se atempera más a la sociedad cubana, un texto de avanzada en lo que se refiere al derecho internacional: todos esos son calificativos que se le pueden otorgar a ese proyecto que hemos discutido largamente desde su confección en 2019 y por el cual votaremos el 25 de septiembre.

Sin embargo hay una parte de la población cubana – y no solo me refiero a alguna representantes de la comunidad religiosa – que apuestan por el No sobre la base de no estar de acuerdo con algunas de las propuestas, que en mi criterio personal no hacen más que dignificarnos, acercarnos al mejor derecho del otro y ratificar nuestra humanidad.

Otros , al defender su posición, inician su alegato con la frase ” me dijeron…” en un acto de reconocimiento tácito de no haber leído personalmente el proyecto para formarme una opinión. Aunque restan pocas horas para el Referéndum, todavía pueden acceder al texto y obtener bases claras y no permeadas por el criterio de una tercera persona, que tal vez tampoco haya consultado los títulos y artículos de la propuesta que se lleva a las urnas.

Yo votaré SÍ. Me asisten numerosas razones entre ellas el deseo de que sea respetado el derecho de cada quien a amar, a formar una familia y a potenciar en ella los mejores valores de nuestra sociedad. Votaré SÍ, porque leí el Código, debatí con mi familia y amigos su contenido y cada diálogo solo me hizo convencerme más de que éste podría ser un Código lleno de oportunidades para crecer y crear por el bien de nuestra nación.

Espero que aquellos que se ven reflejados en los artículos de este cuerpo legal salgan a las urnas a protagonizar otra página de democracia en Cuba este 25 de septiembre, porque sin dudas, hoy más que nunca el voto de cada elector, cuenta.

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