Juristas cubanos: veladores de la legalidad

Guantánamo.- Hoy es 8 de Junio, Día del Trabajador Jurídico en Cuba. La fecha fue escogida para recordar que en igual día, pero de 1865, el Mayor General de las guerras de independencia contra el colonialismo español, Ignacio Agramonte y Loynaz, desarrolló su Tesis de Grado para recibirse como licenciado de la Facultad en Derecho Civil y Canónico en la Universidad de La Habana.

Inicialmente fue denominado Día del Abogado, por el hábito de nombrar Abogado a todos los juristas en aquella época. Tras el triunfo de la Revolución Cubana, se estableció como Día del Jurista, y posteriormente se arrogó la denominación actual de Día del Trabajador Jurídico, título que comprende no sólo a los juristas sino también a todos los trabajadores de apoyo al sector.

Ignacio Agramonte, valeroso defensor de la eliminación de la esclavitud,  aspiraba a una república democrática y vio reflejados sus sueños de justicia, en los hombres y mujeres encargados de cumplir y hacer cumplir las leyes cubanas con la mayor justeza. Por ello, puso al servicio de la libertad de la Patria sus conocimientos, lo que le dio más fuerza a su propósito de servir a la Revolución.

Por su elevado prestigio político, el joven abogado fue electo en la Asamblea de Guáimaro, representante a la Cámara y Secretario de la misma. A esta  posición renuncia en 1869 para ocupar el cargo de Mayor General de la División de Camagüey, cuando comprendió que el problema esencial de Cuba era el de la guerra y no el de la política.

José Martí, conocedor de los incuestionables méritos de El Mayor, expresó de él: (…) ¡Acaso no haya romance más bello que el de aquel guerrero, que volvía de sus glorias a descansar, en la casa de palmas, junto a su novia y su hijo!”.(…) “Era como si por donde los hombres tienen corazón tuviera él estrella”. Así era el joven abogado.

Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de nuestras luchas por la liberación y guía para todos los cubanos hacia la conquista la Libertad, fue jurista. Abogado fue también nuestro José Martí, organizador de la guerra necesaria, continuadora histórica de la iniciada por Céspedes en 1895. Ya  para el Siglo XX, descolló el joven abogado Fidel Castro Ruz,  líder histórico de la Revolución Cubana y a quien se dedica  el VIII Congreso de la Unión Nacional de Juristas de Cuba.

Una vez conquistado el poder político por nuestro pueblo, el sistema jurídico se convirtió en la expresión de dicho poder y los juristas, en sus más devotos vigilantes. Por ello hoy los abogados cubanos, defensores de la legalidad socialista y seguidores de El Mayor,  se funden en un solo pensamiento para desde los tribunales, enfrentar las expresiones de delito, corrupción y otras infracciones.

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